337. PONTE EN MARCHA PARA DESTROZAR LA PANDILLA

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Ese día, cuando Yu Jinli regresó de la clase del mundo virtual, vio a Jiang Mosheng sentado a su lado manejando el trabajo de oficina.

La cabina virtual se colocó en una habitación que no tenía nada más, pero desde que Yu Jinli iba a clases en el mundo virtual a diario, Jiang Mosheng había puesto un escritorio en la habitación para poder quedarse con Yu Jinli. más a menudo.

Por lo tanto, cada vez que Yu Jinli se desconectaba del mundo virtual, podía ver a Jiang Mosheng de inmediato como si Ah Mo hubiera estado a su lado todo el tiempo, lo que lo hacía feliz y satisfecho.

"Ah Mo". Yu Jinli se sentó desde la cabina virtual y llamó alegremente.

Jiang Mosheng escuchó la voz de Yu Jinli y dejó lo que estaba haciendo, acercándose con una sonrisa.

"¿La clase termina hoy más temprano?" Jiang Mosheng, sonriendo, lo sentó en sus piernas y preguntó.

"Daqiao no vino hoy, así que terminé la clase antes". Yu Jinli sonrió, colocando sus brazos alrededor del cuello de Jiang Mosheng.

"¿Vas a practicar la fabricación de cartas o piezas mecánicas en el laboratorio?" Preguntó Jiang Mosheng.

Aunque realmente quería pasar un tiempo en privado con el pequeño, incluso sin hacer nada más que sentarse en silencio juntos, entendía que el pequeño estaba ocupado aprendiendo y con el objetivo de ponerse al día en un corto período de tiempo, por lo que no quería desperdiciar demasiado de su tiempo o lo hizo trabajar más duro más adelante.

Sin embargo, Yu Jinli negó con la cabeza, apretó los brazos y se inclinó más cerca de Jiang Mosheng, susurrándole al oído: "Ah Mo, hagamos la cosa feliz hoy".

Jiang Mosheng sintió que se encendía un fuego artificial en su mente que quedó en blanco por la explosión.

Sin intimidad física con su pequeño durante muchos días, lo había estado anhelando salvajemente y confiaba en una gran dosis de autocontrol para no devorar al pequeño de inmediato, y ahora el pequeño debería invitarlo. Jiang Mosheng habría cambiado su nombre si hubiera podido resistirlo.

"¿Sabes de lo que estás hablando?" Jiang Mosheng volvió a preguntar con voz ronca y profunda.

"Sí. Quiero hacer lo feliz con Ah Mo. Quiero hacer feliz a Ah Mo. Lo siento, te he descuidado por estudiar estos días ". Yu Jinli dijo disculpándose y tomó la iniciativa de besar los labios de Jiang Mosheng de una manera reconfortante. Sin embargo, no tenía idea de que este acto solo avivaría el fuego en el cuerpo de Jiang Mosheng.

Como era de esperar, Jiang Mosheng enrojeció los ojos. De no ser por su extraordinario autocontrol, se habría llevado a su pequeño que lo estaba seduciendo justo en esta habitación.

"Si el pequeño Jin-er lo quiere tanto, seguramente te satisfaré". Jiang Mosheng sostuvo el último rastro de su autocontrol para levantarlo y corrió al dormitorio, arrojándolos a ambos sobre la cama.

Al ver que Jiang Mosheng estaba tan ansioso, Yu Jinli se sintió más culpable. Extendió la mano para tocar el bello rostro de Jiang Mosheng. Si Ah Ye no le hubiera recordado esta situación de Ah Mo, no lo habría notado. No se encontró a sí mismo como un buen socio.

“Ah Mo, lo siento mucho. Pasaré menos tiempo estudiando y más tiempo contigo ". Yu Jinli dijo, culpable.

Jiang Mosheng no sabía cómo se le ocurrió al pequeño castaño o quién dijo algo, pero el resultado fue lo que quería y satisfacía sus necesidades.

Pronto, comenzaron los gemidos amorosos en el dormitorio, sonando armoniosamente con la hermosa y tranquila noche.

Al día siguiente, Jiang Mosheng fue a entrenar a la Clase F con un espíritu refrescante y finalmente dejó de torturar a los estudiantes. Al ver la sonrisa en sus labios que sugería su buen humor, Liu Xingye y los demás finalmente dieron un suspiro de alivio.

THE YOUNG GENERAL'S WIFE IS MR. LUCKY (2)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu