Dos.

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Roma-Italia.

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Observaba el paisaje que le daba el hotel en donde pasó la noche, acabando su cigarrillo en absoluto silencio, y arrojando las cenizas sobre el cenicero que reposaba sobre la pequeña mesa de la terraza, pensando en su hermano mayor el cual no volvió a hablarle en años. Sonrió sin emoción, sintiéndose algo herido por la última conversación con él y en esa discusión con sus padres antes de irse, y abandonarlo todo, para huir a Italia junto al chico de corazón roto.

Pensaron que, tal vez era una buena idea el huir de la República de Corea, pero lo único que hacían allí era extrañarlo todo o al menos él si extrañaba su antigua vida. Ya que, allí tenía trabajo, tenía a su hermano y a sus padres por más que estos hayan mentido. Y ahora sólo estaba estancado en una habitación con una mujer distinta a la semana anterior, esperando a que vinieran a recogerlo para volver a la casa en donde se hospedaba junto a su amigo.

Kim Taehyung se sentía un miserable en Roma.. La capital de Italia en donde habría querido estar siempre, pero que ahora sólo era un lugar común y corriente.

— Tesoro, torna a letto. -la voz femenina atrajo a sus oídos, sintiendo la caricia sobre su espalda desnuda y esas uñas pintadas de bordó que le erizaron la piel, pero que no provocaba una sensación divina- Fa un po' freddo.

— Devo andare ora, Francheska. -su voz tan masculina logró que la femenina mordiera su labio inferior ante lo atractivo que era, aun más con ese acento que podría volver loca a cualquiera- Un amico me sta aspettando.

La alejó lentamente de su cuerpo, demostrando que quería espacio y caminando hacia el sofá a un lado de la desordenada cama, para tomar su camisa y así irse de aquel hotel lujoso, deseando no volver a ver a esa mujer que lo maldijo una vez que dejó la habitación. Logró acomodarse bien su chaqueta, tomando el paquete de cigarrillos para sacar uno y colocarlo en sus labios, deteniéndose un segundo para encenderlo, no notando que un chófer estaba viéndolo con suma seriedad, acercándose a él en absoluto silencio y sobresaltarlo cuando habló en su idioma.

— Señor Kim, estoy esperándolo aquí durante treinta minutos. -pero el de cabellos castaño oscuro desvío la mirada con arrogancia, dándole una calada a su cigarro y colmando la paciencia de aquel conductor- El señor Park me mandó a por usted, así que suba ya. Tengo otros trabajos pendientes.

— No tienes que llevarme si no quieres. Después de todo no trabajas para mi, sino para mi amigo.

— Trabajo para el Señor Park, no para su hijo menor y su irresponsable 'amigo'.

Taehyung solo sonrió amargamente, decidiendo por apagar su cigarro para meterse al asiento trasero del auto, viendo justo cuando el chofer personal rodó los ojos, pero poco le importaba.

Solo quería irse de allí.

...

Una hora y media después llegaron a la gran casa de los Park, en donde el primer hijo observaba a su amigo con seriedad, haciéndole saber lo molesto que se sentía, pero para Taehyung era normal verlo molesto.

— ¿Ya almorzaste? -preguntó sereno, dejando de lado el hecho de que Jimin lo observaba con el ceño fruncido, pero que suavizó su rostro en cuanto le preguntó, volviendo a mirar en su tablet las noticias sobre la empresa en la cual trabajaba-

Caótico Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora