Noventa y siete.

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Estaba en el hospital como se lo había dicho el doctor, obedeciendo la noche anterior sobre comer bien y descansar lo suficiente, aunque TaeHyung estaba más amoroso de lo normal, incluso tocaba su vientre como si supiera que tal vez estuviera embarazada, logrando que se sintiera nerviosa si es que lo estaba, porque no estaba preparada para algo así, sin embargo, sintió un deseo inmenso de ser madre.. De poder darle a Taehyung lo que siempre anheló y que ella ahora comenzaba a entender. Esperó en la sala mientras su novio se dirigía a comprarle unos dulces, prometiendo un hermoso desayuno para cuando salieran del Hospital y volvió tan rápido, con una bonita sonrisa en esos labios, dejando un beso en su frente y tratándola con tanta naturalidad que parecían esposos para los demás pacientes allí.

— Cualquier cosa que te digan, sabes que estaré a tu lado. -tenía su brazo rodeado en sus hombros, observandola con un brillo especial, dándole a entender lo esperanzado que estaba porque ella tuviera un bebé en su vientre y eso logró sensibilizarla-

Taehyung era el amor para su vida; no habían dudas de eso..

— Debiste ir al trabajo, TaeTae..-tomó la pequeña bolsa de dulces, recordando las golosinas de su país que eran absolutamente distintas a estos, pero igual de ricos- No quiero que retrases tus proyectos por mi.

— Tú eres mi prioridad, cariño. -besó sus labios con suavidad, dejándola sorprendida a ella y a los demás pacientes, puesto que esa nuestra de amor no se hacía en público allí, pero el pelicastaño no podía ocultar su enamoramiento, ni su felicidad- Hay que entrar.

— S-Si..

Taehyung tomó su mano, llevándola consigo hacia el consultorio del doctor que la atendía, mientras que Lucy notaba las miradas ajenas, encorvándose un poco al sentirse juzgada; no podía evitarlo cuando era una simple extranjera en un país con prejuicios. El mayor estrechó su mano con el médico y este le pidió que tomaran asiendo en ese momento, teniendo la misma seriedad que el día anterior, generando curiosidad en ellos cuando enseguida tomó los resultados del análisis de sangre.

— Tu condición en sangre se encuentra bien; la alimentación es correcta, los glóbulos están bien y no hay ITS, pero hay un problema.. -pronunció apenado, logrando que ella apretara la mano de su novio, sintiendo un gran vacío cuando le dijo... - No hay ovulación; eras irregular antes y cuando me dijiste que no tienes tu periodo desde hace dos años, fue un problema..

— No estoy embarazada... -susurró, sintiendo un gran pesar en su corazón tanto como su novio lo estaba teniendo- Pero, podré embarazarme en otro momento, ¿verdad?

Podía notar la ilusión a través de sus ojos, pero tuvo que ser sincero una vez más— No se podrá, porque eres estéril.

No esperó que esa palabra le doliera tanto ahora, tampoco pensó que lloraría en ese momento, preocupando a su doctor y siendo reconfortada por los brazos de su novio, el cual sentía lo mismo que ella, como si los destruyeron por completo. Tal vez al principio dijo no querer tener hijos, poniendo como prioridad sus sueños más ambiciosos, pero ahora dolía tanto, dolía saber que no podría darle una la oportunidad a Taehyung de ser padre y poder demostrarse a ella misma que la maternidad no era algo malo.. Todo se desmoronaba.. ¿Por qué todo siempre estaba en su contra? ¿Qué había hecho mal en la vida?

— Hay que ir a casa, ¿de acuerdo?

El pelicastaño sostenía sus mejillas, tratando de quitar esas lágrimas de dolor que lo golpearon fuerte, sin saber que él también lloraba por haberse llenado de ilusiones. La ayudó a incorporarse, despidiéndose del doctor que se sentía muy apenado como con todos sus pacientes, acompañándolos hasta la puerta mientras Taehyung la sostenía, caminando por los pasillos con la cabeza agacha para que no vieran sus expresiones tristes, pero había sido imposible que no lo notaran y que sintieran pena por ellos.



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Lucía no quería hablarle y no comprendía el por qué, realmente esto era algo que debían enfrentar juntos, pero ella se encerró en su propia burbuja, impidiéndole el paso, excluyéndolo. Estuvo así por una semana completa, incluso se negaba a comer con él, pero lo hacía cuando el hambre la traicionaba, tampoco quería hablar con sus amigos, ni siquiera asistió a su trabajo y le dolía mucho el hecho de que prefería dormir en el sofá que en la cama con él, hasta tuvieron una discusión por eso, por no dejarlo estar a su lado como debería de ser; su madre no era de gran ayuda, puesto que hacía lo que sea para provocarla hasta que una noche la menor decidió salir sola, preocupándolo de que algo malo pudiera pasarle cuando solo estuvo en la tienda de comida instantánea que estaba cerca del edificio. Pero hoy fue diferente, porque cuando abrió sus ojos en la mañana, ella estaba durmiendo casi encima de él, abrazándolo con sus piernas y sus brazos rodeando su torso, tan pegada que gracias a esa incomodidad despertó, sin embargo, no la apartó de su lado.

— Anoche tuve un sueño raro.. -la escuchó decir, sorprendiéndolo de que estuviera despierta- Estaba parada frente al espejo, viendo mi reflejo, pero la persona que se veía ahí no era yo, sino una versión distinta de mi... -acarició el cabello de su chica mientras la escuchaba- Ella me decía que era miserable, que me odiaba por ser tonta e ingenua..

— ¿Recuerdas si le respondiste?

— No.. -susurró, mintiendo en eso, porque si le había dado la razón al reflejo de su sueño, a esa versión suya más refinada y adinerada, mostrando como se había idealizado desde sus quince años- Pero ya no importa... -se movió un poco, apoyando sus manos sobre los pectorales desnudos y luego su mentón, mostrándole a su novio esas ojeras que preocupaban- ¿Quieres ducharte conmigo?

— ¿No me dirás por qué me ignoraste desde la visita al hospital?

Lo tenía en la punta de la lengua, pero no sabía cómo decirle que esto le había golpeado fuerte y su única manera de volver a estar mejor, era reprimiéndolo todo, desapareciendo de todo y de todos por un tiempo, pero como no tenía nada ahí tuvo que fingir que no estaba, incluso si era difícil ignorar a alguien como Kim Taehyung. Lloraba por las noches mientras dormía en el sofá y dormía muy poco, también comía pequeñas porciones, incluso si tenía mucha hambre, siendo la razón del por qué bajó repentinamente de peso, algo que no le gustó a su novio, puesto que no era por buenos motivos.. A veces se sentía caliente, con ganas de tener mucho sexo, pero no quería ir a ver a Taehyung solo para usarlo y pensar en eso le hizo ruborizarse.

— ¿En qué piensas?

— En ti..

— No me cambies de tema. -abultó su labio inferior sin darse cuenta, poniéndose nervioso cuando su chica se movió para acercarse más, atrapando su labio entre sus dientes- Lucy... -a penas pudo decir, porque la menor apretaba lentamente, logrando que comenzara a excitarse solo con eso-

— Dúchate conmigo.. -se colocó encima de él, dejando su mano sobre la nuca del mayor para que se inclinara hacia adelante y quedarán sentados sobre la cama- Quiero sentir tu caliente cuerpo debajo de la ducha.

— ¿Puedo bañarte?

La menor le susurró un si en el oído, siendo coqueta y dulce, sintiendo como el pelicastaño rodeó su cintura con posesión, apretándola contra su pecho, sintiendo sus senos erectos por la excitació y las manos frías sobre sus bíceps desnudos, apretándoselos con provocación, observándolo con tanta lujuria que se sintió tan diferente a las últimas veces; ella realmente se veía muy excitada por tenerlo..  ¿Y quién era él para negársele?

— Vamos a ducharnos, entonces...

Caótico Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora