Ochenta y ocho.

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Tomó su celular de la mesita de noche, abriendo un solo ojo para ver el nombre de Park Jimin en la pantalla y la llamada que éste le estaba haciendo, así que apretó el icono verde, y lo deslizó para contestar, colocándose el aparato sobre su oreja mientras alejaba las sábanas de su cuerpo, observando a Taehyung que dormía plácidamente a su lado. Debía admitir que le sorprendió que Jimin la llamara a esa hora y más cuando no se hablaron durante cuatro meses, pero estaba felíz de escuchar su voz, y la emoción con que hablaba de la cena que tenían preparado para esa noche en su casa y aceptó con gusto ir con el pelicastaño, despidiéndose del mayor con unan dulce sonrisa en sus labios, sintiéndose muy despierta y con un hambre carcomiéndola.

—¿Qué hora es? -observó al mayor por sobre su hombro, viendo aquellos ojos aún adormecidos y los labios abultados que le hicieron reír un poco, logrando que el pelicastaño despertara mejor con una gran sensación en el corazón-

— Las ocho de la mañana. -pero eso fue lo que más lo despertó, hasta el punto de verla como si lo que dijo fuera algo terrible, llenándola de curiosidad por completo cuando se levantó rápido para ir al armario y buscar ropa- ¿Qué sucede? ¿Qué?

— Tenía que estar en el estudio de fotografía a las siete. -dejó la ropa sobre la cama, quitándose la pijama frente a su chica que se preocupó- Y en la tarde tengo una entrevista con el elenco.

— ¿Y a qué hora vendrás? Jimin me dijo que...

— Después hablamos, amor; tengo que ducharme. -besó su frente rápidamente, casi corriendo al baño para darse una ducha lo más rápido posible y así no llegar más tarde de lo que ya estaba-

Lucy se quedó observando la puerta del baño en la habitación, decidiendo levantarse para al menos prepararle algo de comer al mayor. Sacó el frasco de café una vez que llegó a la cocina, preparándolo para después vertir agua caliente y luego un poco de leche, sacando las dos tostadas cuando el tostador sonó y colocándole la mermelada como a Taehyung le gustaba, dejándolos en un pequeño plato sobre el desayunador junto al café cortado. El mayor se apareció por la cocina después de cinco minutos, ya vestido con su camisa suelta y un pantalón holgado, decidiendo por acomodarlo todo en el camino, acercándose a su chica para besar su mejilla como despedida, pero esta lo detuvo por la manga de su camisa antes de que se marchara.

— Preparé un desayuno para tí; puedes llevarlo.

— Comeré en el estudio, pero gracias. -tomó su mano con delicadeza para que lo soltara, sin notar como el labio inferior de la menor tembló inconscientemente- Puedes comerlo tú.

Al parecer el se olvidó completamente que ella odiaba la mermelada, pero decidió ignorar eso— Al menos... comete una en el camino.

Taehyung dió un suspiro frustrado como si ella lo estuviera molestando, logrando así que fuera soltado lentamente y cuando decidió observarla pudo notar como ignoró su mirada, por lo que cerró sus ojos con fuerza al darse cuenta de que la hizo sentir mal, pero no hizo nada para areglarlo, simplemente tomó la tostada y se lo metió a la boca para irse de la cocina, y tomar sus cosas para irse al estudio fotográfico. La menor tomó el plato con la tostada restante, arrojando la comida a la basura para después limpiarlo todo, incluso el café que había preparado.

No era la primera vez que Taehyung se iba sin comer lo que le había preparado; estuvo así por cinco días, levantándose rápido, y huyendo del departamento y no lo tomen a mal, ella lo comprendía muy bien, pero a veces solo quería que se quedara al menos un día completo.

— No seas egoísta.. -se dijo a sí misma, pero era imposible no pensar que esto era una mierda-

Observó el reloj de su celular y aún no eran las nueve, así que tenía el tiempo suficiente para algunas cosas antes de ir al trabajo en la florería. Decidió usar la laptop de Tae mientras bebía la leche de plátano que Hyunjin le compró por una apuesta el día anterior, sorprendiéndose del rico sabor a pesar de que odiaba las bananas, recordando en donde había quedado en su escrito y pensando que ya era momento de acabarlo, pero negó lentamente, pensando en lo tonto que era seguir escribiendo si al final no tenía oportunidades en Corea del Sur. Ninguna editorial aceptó su solicitud de trabajo al darse cuenta de qué género escribía y otros solo le dijeron que no sin ver su trabajo, diciéndole que tuvieron una mala reseña de ella antes de que los insultara.

— Esto es ridículo..

Murmuró, haciendo presión en su cabello con sus manos mientras escondía su rostro sobre sus piernas, abrazándose después para observar la pantalla blanca llena de letras que cambió a su idioma para que Taehyung no leyera fácilmente y dió un suspiro pesado, escuchando como la clave del departamento se introducía incorrectamente desde el otro lado y el miedo la carcomió por completo, pero decidió ir de todos modos, después de todo esto no era una película de terror, ¿verdad? La clave fue introducida de manera incorrecta de nuevo, escuchando luego una maldición de una voz femenina que la llenó de curiosidad, sobresaltándose cuando golpearon la puerta con demasiadas ganas.

— Abre la puerta, Taehyung, soy tu madre.

Dudó en si abrir o no, pero era la madre de su novio y tenía más derecho que ella, por lo que abrió rápidamente, haciendo contacto visual con la mujer de apariencia refinada y decidió hacerse a un lado para dejarla pasar, notando la maleta que arrastraba detrás y no hacia falta dar explicaciones a eso. Se sintió incómoda cuando la mujer de cabello recogido observó su pijama que consistía en una blusa ajustada y de tirantes, junto a su short suelto y bastante cortito, pero decidió sonreír falsamente, apretando su brazo izquierdo con la mano derecha, moviendo su pie como si esperara a que la mujer mayor hablara primero.

— Así que tú eres "Lucía", la novia de mi hijo.

— Uh, yo.. Sí.

— Soy Dahyun. -extendió su mano después de pasarse el bolso a la otra, viendo como la menor la estrechó con una sola y no con las dos como solían hacer en su país- Lamento llegar sin avisar; pensé que mi hijo aún vivía solo.

Taehyung no le había contado lo que tenían a su madre; perfecto.

— Me mudé hace poco. -mintió, aclarándose la garganta mientras veía el suelo- Él no vendrá temprano, pero puede quedarse aquí.

— ¿Y tú a dónde vas?

— A mi trabajo; debo cambiarme ahora.

Y abandonó la sala con demasiada incomodidad en su interior, encerrándose en el cuarto que compartía con Taehyung, colocándose sobre la puerta para suspirar fuerte, pensando si estaba mal el dejar a la madre de su novio sola, pero no quería estar ahí; por la apariencia y el carácter de aquella mujer suponía que no la pasaría muy bien.

Caótico Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora