Caótico Deseo|| Terminada

Setenta y seis.

Sus piernas aún temblaban por la buena follada en la mañana, pero trataba de caminar normal junto a sus amigos hacia la playa mientras que YoonGi sonreía por el hermoso decorado que le dejó a un costado de su cuello, arrepentido de no haberlo dejado también más abajo de aquel cuerpo tan atractivo de su chico. Los demás sonreían divertidos al creer que ambos tuvieron una mañana increíble o mejor dicho: un mañanero increíble. Pero ese momento no era para molestarlos; todos sabían que sería completamente normal que aquel par tuviera sus momentos al estar tan lejos durante mucho tiempo.

— Entonces, ¿iremos a ese club? -Jungkook asintió a la pregunta de Namjoon mientras se sentaban nuevamente en esa zona reservada con su pack de latas de cerveza ya colocada en la pequeña mesa, agradeciendo la sombra que ese lugar les daba-

— Será en el club que está un poquito más lejos; ahí pasan música excelente. -comentó emocionado, observando con atención la mirada afilada que Rose le daba a Lucy que venía hacia ellos después de pedir un batido de chocolate y llamaba la atención de su novio que yacía a su lado-

— Debemos ir muy bien vestidos. -la sonrisa emocionante de Hoseok logró que dejara de ver a la pelirubia para posar su mirada en su novio, acercando su mano hacia el cabello castaño de este y dándole un beso en la mejilla con tanta dulzura que adoró verlo nervioso- Uh, Lucy... -la llamó en cuanto ella llegó con su novio y su batido delicioso, siendo observado por esos ojos claros que anteriormente veían como subía el líquido por el sorbete que sostenía sus labios- ¿Qué vas a ponerte en la noche?

Quiso responder a la pregunta de su rapero favorito, pero una risa sarcásticamente irritable logró que todos pusieran sus ojos en la rubia que portaba un bikini morado que le sentaba bien y se lo había puesto al saber que ese color era el favorito de Taehyung o al menos así lo pensaba Lucy que ya estaba apretando inconcientemente el vaso de su batido.

— Conociendo como se viste seguramente irá como una tontita adolescente y no la dejarán entrar. -ladeó su cabeza mientras hacía contacto visual con la pelicastaña que quería darle un buen golpe, pero antes de que pudiera responder a su burla Seokjin fue el que se adelantó a eso-

— Si quieres seguir en este viaje con nosotros aprende a comportarte, Rose o vete; deja a Lucy en paz. -su voz gélida sorprendió a sus amigos y sobre todo a la rubia que creyó que tenía el apoyo, y el mismo pensamiento que Seokjin cuando quitarle el novio a aquella chica era una buena idea, pero allí estaba, sintiéndose la mala de la película-

— Seokjin Oppa..

— Ya oíste a Seokjin, Rose. Si te vas a quedar al menos comportate como eras antes y sin menospreciar a nuestra amiga. -Jeon había sido el que habló esta vez, ya molesto con la actitud de aquella chica que alguna vez fue un sol de persona y luego se volvió tan amarga, tan falsa y tan irritante-

Lucy observó a Seokjin segundos después que pasó ese pequeño enfrentamiento al cual no pudo opinar nada. No comprendía el por qué la defendió de esa manera si tenía entendido y hasta ella misma presenció que no le caía bien al más grande del grupo, incluso él la observó de mala manera cuando estuvo con Namjoon en la playa buscando cangrejos pequeños, pero por alguna razón se sentía bien de que pusiera a su amiga en su lugar o se vería en la obligación de hacerlo ella misma.

Jimin la observó a ella después, creyendo que la menor tal vez estaba molesta con él por no haber dicho nada aquella noche en la piscina y quería remediar las cosas, pero por alguna razón creía que era mejor quedarse callado, porque no era mentira que no quería verla cerca de su hombre. Realmente se sentía celoso de reconocer el hecho de que ella pasó dos años junto a él, dos años en los que presenció la voz de YoonGi y escuchó sus problemas, de verlo dormir, sonreír o llorar y también de haber tenido una comida deliciosa hecha por él o incluso de ver su cuerpo y aunque el mayor le dijera que jamás la había tocado, sabía que en algún momento se habrían visto más que solo el rostro y esas cosas carcomían su cabeza constantemente cuando los veía juntos. No podía dejar de pensar en eso una vez que le tiraron el virus; no podía desaparecer y era algo de lo cual necesitaba olvidar.