Cien.

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Abrió sus ojos lentamente, recuperando la conciencia al instante, moviéndose sin darse cuenta que aún dolía y frunció su rostro por ello, sintiendo las manos ajenas que trataron de volver a recostarlo despacio, percatándose de que eran las manos de su novia la cual estuvo toda la noche cuidando de él. Ella le sonrió con tanto amor que creía maravilloso, tomando su mano en ese momento para que no se preocupara otra vez, haciéndolo sonreír también y volver a cerrar sus ojos con tranquilidad, sintiendo la caricia en su dorso y el beso que le dió.

— No puedo creer que este sea mi segundo día en el hospital. -susurró, sonriendo como un niño pequeño al sentir las caricias en su cabello- Amor, tengo el cabello sucio..

— Cuando llegues a tu departamento podrás ducharte.

— Nuestro departamento. -trató de corregirla, abriendo sus ojos lentamente para notar la expresión melancólica de la menor- Y si me das un baño tú, sería espectácular.. -su sonrisa coqueta no dejaba de asombrarla, pero esta vez no siguió su juego, logrando que se preocupara un poco- ¿Está todo bien?

— No sé por dónde empezar... -pronunció nerviosa, siendo inevitable sonreír, pero de tristeza- Conseguí trabajo como escritora.

La gran sonrisa de Taehyung se dejó ver, queriendo levantarse un poco para besarla, pero no podía moverse mucho aún, así que ella misma se acercó para recibir ese beso que la hizo suspirar— Sabía que en algún momento llegaría; serás la mejor escritora, mi amor..

— Es en otro lugar, Tae... -se separó un poco, notando la expresión confusa del mayor, incluso cuando sus palabras no fueron incoherentes- Para ser más específica: volveré a mi país.

— ¿Desde cuándo sabes esto?

— Desde hace una semana. -mintió, desviando la mirada hacia abajo para volver a su lugar en la silla- Empaqué todas mis cosas; me iré mañana.

— Iré contigo.

Lo observó al instante, dándose cuenta que no bromeaba con sus palabras mientras que él estaba dispuesto a dejarlo todo e irse también, porque no había nada más importante que el amor que sentía por ella y el deseo de estar siempre a su lado. Pero la menor negó lentamente, haciéndole sentir excluido de sus planes.

— No puedes..

Aquellas dos palabras dolieron un poco, pero estaba dispuesto a hacerla cambiar de opinión; quería ir con ella, porque no tenían sentido si se iba sola y tampoco si se quedaba, y renunciaba a tal propuesta. Deseaba recuperarse pronto para manejarse mejor, así que fingió que no dolía cuándo se sentó sobre la camilla e intentó tomar sus manos, logrando que la menor se sintiera peor de lo que ya estaba con tratar de dejarlo discretamente.

— Pediré el alta ésta tarde y haré las maletas; sabes que no me molesta ayudarte. Podría ser tu representante; ya fui tu mánager una vez y será fácil, siempre es fácil si lo hacemos juntos.

Alejó sus manos lentamente, sintiéndose terrible, pero mostrando frialdad— No quiero que vengas conmigo..

Sintió aquello como un puñal más fuerte, ¿Por qué estaba haciendo eso? No comprendía porqué actuaba de esa manera distante, ¿Qué había hecho mal? ¿Qué error estaba cometiendo? Se sentía cómo en una pesadilla o tal vez su romance fue un sueño.. ¿Qué estaba sucediendo ahora mismo? ¿Estaba despierto? Muchas preguntas divagaron por su mente en ese momento, pero no sabía como expulsar alguna, cómo decirlas sin hacerla sentir mal y solo se quedó en un silencio incómodo hasta que tomó el coraje.

— ¿Qué hice mal?

— Nada, Tae.. -lo observó después de un tiempo, mostrándole sus ojos llorosos y el dolor que estaba sintiendo, fue en ese momento en que se dio cuenta que también estaba por llorar- Mereces a alguien mejor que yo, alguien que se case contigo sin dudarlo antes, que te dé los bebés que yo nunca podré darte y sobre todo, que sea del mismo nivel.. Mereces tener la familia que siempre has deseado.

Caótico Deseo|| TerminadaWhere stories live. Discover now