Ochenta y dos.

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Un martes como un lunes. ¿Qué loco, verdad? Eso pensaba Min YoonGi mientras se acomodaba la camisa dentro de su pantalón negro que Jimin le prestó para no tener lo mismo de ayer y algo más elegante-casual. Observó a su pareja que ya estaba completamente arreglado, bebiendo un Smoothie en su vaso especial para llevar y recargado sobre la isla de la cocina, sonriéndole dulcemente cuando lo pilló observándolo debajo del umbral. Decidió acercarse más cuando Jimin se dio la vuelta para ofrecerle un vaso idéntico al suyo y al observar la decoración fue inevitable sonreír al ver el nombre suyo junto al de su chico escrito en coreano, y con un corazón rojo.

— Para que lo lleves a tu nuevo trabajo. -sonrió antes de llevar el vaso a sus labios, viendo como YoonGi abría la tapa para ver el contenido, conectando sus miradas después- Smoothie de café y plátano; el mío es de fresa y naranja.

— Creí que era chocolate. -confesó después de dejar la tapa sobre la mesa, dándole un sorbo a la bebida para después alzar ambas cejas y gemir de gusto; estaba tan rico- Mmh, podría acostumbrarme a esto.

— Hay muchas de las que puedes acostumbrarte.. -ladeó su rostro un poco cuando acarició la cintura ajena, sonriendo al captar la atención de su pareja que aún mantenía las cejas alzadas, bebiendo más de ese Smoothie- Como vivir conmigo..

— Jimin.. -el menor observó su reloj de mano, mostrando una expresión de asombro antes de ver a su pareja unos segundos- Yo..

— Debo irme al trabajo.

— Mm, también yo. -cerró su vaso, casi corriendo cuando Jimin se fue hacia la sala para buscar su bolso y colocarse la plantilla de identificación como el administrador de la empresa de su padre- ¿Estás seguro de dejar la danza y volver a trabajar en la empresa de tu papá? No quiero que hagas esto por él, sino porque te gusta hacerlo.

— Me gusta trabajar en la empresa de mi padre; gano mucho dinero y gracias a eso puedo comprar muchas cosas, y mantenerme bien. -sonrió para que no se preocupara por él; en verdad estaba siendo sincero, pero el rubio aún no se sentía conforme- La danza podría ser solo un pasatiempo en mis días libres, así como cocinar para ti. -lo tomó de las mejillas, dándole un beso suave y reconfortante que despreocupó a su pareja-

— También puedo cocinar para tí; no tienes por qué hacerlo todo, Jimin. -sus mejillas fueron aplastadas por las manos del menor, viéndose demasiado tierno que fue inevitable para su pareja el reírse-

— Un día tú y un día yo. ¿Qué te parece? -volvió a besarlo, sintiendo las manos de su hombre abrazarlo y un asentimiento de cabeza antes de unir sus labios nuevamente, besándolo dulce y cuidadoso, dejándolo con ganas de más cuando se separó para ir por su morral, sonriéndole inocente como siempre- Min YoonGi, como engañas fácilmente con esa expresión..

— Lo mismo digo de ti, cariño.





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YoonGi llegó a la empresa en la que la mayoría de sus amigos trabajaba, encontrándose con Taehyung que bostezaba mientras iba hacia el ascensor, sosteniendo un vaso de té de hierbas que su chica le preparó antes de irse. Decidió ir hacia él para subir juntos a ver a la Jefa y mientras el de cabellos rubios iba por una buena causa, el pelicastaño subía para ser regañado por retrasar el rodaje del nuevo k-drama.

— Es una pena que Lucy haya renunciado; vendríamos juntos a la empresa y no tendría que estar con este humor de perros porque ella estaría aquí.

— Lo hizo por una buena causa, además, Jimin me dijo que el plan de la empresa de contratar dos escritoras de libros era algo tonto, porque no era una editorial. -Taehyung asintió, estando de acuerdo con que eso fue una estupidez de la Jefa, pero gracias a eso pudo conocer a su chica- Pero estoy seguro de que Lucy se esforzará por conseguir empleo en alguna editorial, aunque eso sea difícil.

Caótico Deseo|| TerminadaWhere stories live. Discover now