Caótico Deseo|| Terminada

Veinticuatro.

Porque ahora no quiero perderte...
Estoy mirando justo a la otra mitad de mí mismo.
El vacío que se asentó en mi corazón,
es un espacio que ahora tú abrazas.
Enséñame cómo luchar por el ahora,
y te digo, fue fácil volver aquí a por ti.
Una vez que comprendí.. que todo el tiempo habías estado justo aquí.

Justin Timberlake- Mirrors.
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El de cabellos rubios cenizos caminaba de un lado a otro en la pequeña sala de aquél hotel, teniendo una copa de vino que le fue ofrecida por el servicio de aquél lugar, pensando en si había sido correcto el pedirle a Jimin que fuera a verlo para hablar, pero algo muy en el fondo de su ser creía que había sido la mejor idea que se le había ocurrido. Escuchaba como las gotas chocaban contra el ventanal, llamando su atención por completo al no haber notado que estaba lloviendo, entonces pensó que él no vendría y sintió un gran pesar en su interior por sentirse extraño, pero aquello acabó cuando el sonido de la puerta se hizo escuchar por toda la habitación.

Dejó la copa sobre la mesa de café, caminando hasta la puerta con el corazón en la mano, con los nervios a flor de piel, tomándose unos segundos para calmarse y pensar que estaba siendo ridículo. Entonces abrió la puerta, encontrándose con el de cabellos azabaches el cual yacía algo mojado por la lluvia y no pudo evitar sentirse más nervioso de lo que ya estaba, haciendo presión en la manija de la puerta, tragando saliva al creer que incluso empapado por la lluvia intensa... Él seguía siendo hermoso.

— Aquí estoy... -susurró, endulzando su oído con su voz tan hermosa- Aunque no podemos hablar aquí.

— ¿Por qué? -susurró también, como si se sintieran observados y tuvieran que asegurarse de no ser escuchados; aquello le pareció cómico-

— Porque no podré resistirme si estamos solos. -fue sincero; creía que no tenía sentido seguir ocultando como se sentía estando a su lado después de mucho tiempo, a pesar de que él diga que no era quién creía, porque sus sentimientos y presentimientos le decían que estaba con su otra mitad, pero que no podía amarlo como lo deseaba-

YoonGi decidió obedecer a la petición, tomando las llaves del hotel y sus zapatos para irse con él en absoluto silencio en el que la tensión sexual que estaban sintiendo el uno por el otro crecía cada vez más; Jimin se odiaba por querer obedecer a su deseo antes que a su lealtad, pero era imposible ser bueno cuando el amor de toda su vida, la persona por la cual ha sufrido seis años estaba a su lado. Simplemente... Era imposible..

...
00:30 hs.

Jimin observaba la manera en la que el rubio analizaba la estación de servicio en la cual lo había llevado para tener una conversación, por lo cual sonrió un poco, ya que la manera en la que actuaba era idéntica a él; ya no tenía dudas de que era él, sin embargo, debía averiguar el por qué trataba de ocultar su verdadera identidad.

La taza de café del más alto se había enfriado un poco mientras que el vaso de agua de Jimin estaba hacia la mitad, ya que había tomado de un gran sorbo por sus nervios que ya fueron calmados.

— Entonces... -llamó la atención ajena, sintiéndose un poco nervioso por aquellos ojos intensos, pero ocultándolo demasiado bien- ¿Por qué querías hablar conmigo? No tengo toda la noche; mi agenda es apretada aunque no lo creas.