Veintiuno.

429 58 17
                                    

"Conocí el amor y la despedida.
Lloré y reí por muchos días incontables.
El tiempo es solo un momento.
Hermoso, pero aún doloroso.."

»»————>♡<————««





.





.





.

A veces pensaba que deliraba con el tiempo, que comenzaba a imaginarse cosas que obviamente no existían o dejaron de existir y que necesitaba ayuda profesional, porque si no moriría de la depresión y la angustia a causa de algo que jamás pudo olvidar.

Habían pasado exactamente seis años que se afirmó la desaparición de Min YoonGi, dándolo así por muerto en su país. Seis años en que la madre de aquél soldado cayó en depresión que en unos años aceptó, aprendiendo a vivir con ese dolor. Su padre fue más golpeado con la noticia, sintiéndose culpable de todas las veces que ignoró a su hijo menor, cayendo en una tristeza que lo carcomió por completo a causa todos esos recuerdos en donde nunca valoró el amor de su pequeño, recurriendo a un suicidio que no se cometió gracias a su cobardía, desapareciendo de la vida de su familia.

A diferencia de ellos, Jimin nunca pudo aceptar aquella muerte; presentía todo el tiempo que YoonGi algún día podría aparecer y volvería con todos ellos, mostrando que aún estaba vivo, sonriéndoles como lo solía hacer..
Sus amigos trataron de estar a su lado a cada segundo, consolándolo temiendo a que volviera a recurrir al suicidio como aquella vez en el baño y que no pudieran estar en ese momento para salvarlo, pero eso fue antes de que Taehyung le dijera que tuviera el pensamiento de que YoonGi solo estaba perdido y que algún día volvería a él como la primera vez que se conocieron o de cualquier modo; lo volvería a amar como lo hizo en aquél momento. Entonces Jimin comprendió que no tenía sentido vivir miserablemente, que eso no era lo que el amor de su vida quería y que debía de cumplir con aquellas promesas que le hizo alguna vez, así que rehizo su vida.. Pero ahora tenía a Min YoonGi frente a él, viéndolo con un brillo puro desbordante de aquellos ojos negros, como si fuera la cosa más hermosa que descubría y estaba seguro de que él lo veía de igual modo; todo su ser vibraba de la emoción, de la tristeza y el deseo de querer abrazarlo con todas sus fuerzas, necesitando saber si lo que sucedía era real y no un sueño del cual no quería despertar.

Dio unos pasos hacia adelante, acercándose a él para verlo más de cerca, notando que no se alejaba de él, sino que permanecía en el mismo sitio como si estuviera paralizado, viéndolo con tanto amor que ni él mismo YoonGi pudo entender. Su mano se alzó lentamente hacia la mejilla del más alto, percatándose de que él veía sus acciones en absoluto silencio y que cerró sus ojos cuando acarició su mejilla con tanto cuidado, soltando el aire que había retenido segundos antes, haciéndole reírse sin darse cuenta, porque ahora confirmaba que en verdad era él; YoonGi había vuelto.

— No es un sueño... -su voz fascinante lo hechizó por completo, provocó un revoltijo en su estómago y que su corazón quisiera salirse de su pecho para huir con aquél que creía su dueño; no había sentido esa sensación desde hace tanto tiempo- Yoon-

— ¡Jimin!

El de cabellos azabaches alejó rápidamente su mano de la mejilla del más alto, haciendo que abriera sus ojos rápidamente como si el hechizo se hubiera revertido y volviera a la normalidad.
Observó rápidamente al más bajo, sorprendido por su nombre, recordando que era el mismo que había atendido la llamada de su novia, sintiéndose idiota por no recordarlo antes cuando tomó su atención.

Caótico Deseo|| TerminadaWhere stories live. Discover now