Cuarenta y tres.

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"Estoy pensando que deberíamos dirigirnos a un lugar que no conozcamos, un lugar donde nadie nos ha visto antes..
Estoy pensando, tú y yo...
Deberíamos dejarnos llevar.. "

The neighborhood- Lurk.
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Abrió sus ojos lentamente, enfocando mejor el rostro de Lucy que lo observaba con seriedad, pero sobre todo curiosidad por saber si estaba bien, entonces miró a su al rededor, dándose cuenta de que estaba en el estudio de la menor y no comprendió cómo es que llegó al sofá si anteriormente estaba con ella en el escritorio.

— ¿Qué pasó? -volvió a verla, dándose cuenta de que ella estaba sentada sobre la mesita de café, con las piernas demasiado juntas ya que él las tenía abiertas, estando en una cercanía que a pesar de no ser tanto lograba ruborizarlo-

— Lo mismo me pregunto. -respondió con serenidad, inclinándose hacia atrás para quedar derecha, mirando hacia abajo y tomando la caja de marca Gucci mientras era observada por el mayor- Jungkook dijo que tenías algo que decirme y cuando llegué aquí, estabas durmiendo en el sofá con esta bolsa en tu regazo. ¿Qué es? -se enderezó tan rápido que la sorprendió cuando se acercó a su rostro, poniéndola un poco nerviosa cuando la observaba con las cejas alzadas, mostrando su desconcierto en lo que había dicho-

¿Lo había soñado todo?

— No puedo creerlo. -bufó molesto, enredando sus manos en sus hebras castañas y arrojándose de nuevo en el sofá, quejándose mientras revolvía violentamente su cabello- Parecía tan real.

— ¿Qué cosa? -la observó de nuevo, notando su mirada calmada al igual que su voz, recordando su sueño otra vez y la forma en la que había coqueteado con él; parecía tan real que juró que había pasado, pero no fue así y se sintió algo deprimido por eso-

— N-Nada. -la menor suspiró como si se frustrara por no saber qué le había pasado al mayor, mostrando un pequeño puchero en sus labios que entreneció al castaño- Quería invitarte a venir a mi sesión de fotos en Busan; escribí una carta, porque me daba algo de vergüenza decírtelo verbalmente, pero creí que sería mejor hablarte. -su corazón comenzó a latir aún más fuerte cuando la vio sonreír con ternura, viéndose tan linda que era imposible el querer negarlo; era una pequeña tan divina-

— Creo que ir a la playa me haría bien; acepto. ¿Pasas por mi?

— Por supuesto. -sonreía con emoción, atreviéndose a tomarle las manos de manera amistosa, aunque se muriera de nervios por dentro tanto como ella- Mi mánager pasaría por mi, pero le diré que iré en mi auto e iré por ti mañana en la mañana.

— ¿Tienes auto? -se sorprendió demasiado, haciendo reír al pelicastaño por su expresión boquiabierta, logrando que ella sonriera por verse demasiado tierno- A veces siento que eres un niño; cuando ríes así.

— ¿Y te gusta?

— Si.

Dejó de mostrar sus dientes al ponerse más nervioso, pero sin dejar de mostrar una sonrisa, sintiendo el pellizco suave que la menor le dió a su mejilla izquierda antes de levantarse, logrando que su corazón latiera más fuerte por esa acción tierna.
Jamás había sentido ese tipo de sensaciones con alguien más; a pesar de que todo su sistema se alterara, y quisiera esconderse como un niño pequeño que se sentía avergonzado, muy en el fondo se sentía felíz.. Enamorado y ya estaba arto de seguir ocultando lo que ella le hacía sentir solo con su presencia.

Caótico Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora