El capricho de amarte

Enfrentar los miedos

Sophia Pierce / Presente

Llegamos a la pista de motocross más grande de Australia. Me quedé por unos segundos impresionada porque era como treinta veces más grande que la que yo conocía, y donde practicaba en Venezuela. Tenía senderos y varios obstáculos que también la volvían peligrosa.

Nos pusimos los trajes correspondientes, excepto la rusa que se rehusaba a participar en la actividad.

Abril y Shantal fueron las primeras en alistarse para ir por las motos y las vi discutiendo sobre quién iría de parrillera, ninguna parecía ceder. Los demás también salieron, por supuesto, todo el grupo Renacer sabía manejar moto a excepción de Valentín que se subió atrás de Adonis, su novio.

—Esto es para salvajes, mis gustos son más finos —soltó Ksenya petulante, jugando con su cabello.

—En mi idioma a eso se le llama miedo —intervine parándome frente a ella antes de colocarme el casco—. Lamento que de pequeña fueras una niña incapaz de asumir las caídas y terminaras huyendo toda tu vida, en vez de enfrentar tus miedos.

Quería lograr mi objetivo y si seguía por ese camino, terminaría haciéndolo.

—No le tengo miedo a las motos.

—Tu mamá fue clara.

—Pues mintió.

—Pruébalo —la reté y me incineró con la mirada.

—¿Crees que a estas alturas de mi vida y con todo lo que he logrado todavía tengo que demostrar algo?

—Tranquila, le guardaré el secreto a la campeona del mundo —me mofé para agregar—: Nadie sabrá que detrás de toda tu actitud rebelde hay una niñita asustada.

Si sus ojos fueran pistolas yo estaría muerta, pero antes de reírme de lo graciosa que se veía molesta decidí ponerme el casco y caminar hacia afuera, dejándola sola en el cambiador.

Cuando me encontré con el grupo estaban discutiendo sobre cómo iba a ser la competencia, debí imaginármelo. Para ellos era imposible solo disfrutar de la pista y de la adrenalina. Necesitaban decidir quién era el mejor.

—Podría apostar mi vida a que te gano —lanzó Shantal hacia Demian, que parecía relajado.

—La primera ronda seremos Shantal, Stephen, Aaron, Abril y yo —explicó como siempre, acostumbrado a que se hiciera a su modo—: luego de que participemos nosotros, lo hará el resto.

—¿La cumpleañera de última? —me quejé.

—Hoy no es tu cumpleaños, además esto será rápido. —Sonrió antes de ponerse el casco—: Gana quien dé la vuelta a la pista primero.

Enseguida, Daphne y Lucía se encargaron de ponerse en la línea de salida para contar en cuenta regresiva.
Cuando las motos se pusieron en marcha  me di cuenta de que ninguno estaba bromeando. Abril iba en otra moto, al final ninguna quiso ser parrillera. Shantal y Demian sacaban ventaja de los demás, pero era él quien lideraba la marcha.

Los vi dar saltos en el aire y hacer maniobras asombrosas dejándome a mí y a Noah como inexpertos.

Aceleraron más y después de diez minutos, cuando iban en la última curva, Shantal le dio un toque a la moto de Demian en un costado, para acelerar aún más y ser la primera en llegar a la meta.

Demian se quitó el casco indignado. Incluso después de que casi lo tumba, llegó detrás de ella casi que por una milésima.

Para muchos era un empate, pero había ganado Shantal.