Conociendo Christopher

60.8K 2.7K 2.3K
                                    

Las horas transcurrieron rápido con la música a todo volumen y Paula emocionada por la visita que tendríamos.

—Déjame maquillarte, también tú tienes que verte fenomenal. Imagínate que Christopher se fije en ti. ¡Ya es tiempo de que des tu primer beso! —Paula tenía la energía sobrecargada, y por más que me negué y me negué, insistió tanto que terminé cediendo.

Odié el maquillaje tanto como la camisa corta con la que mostraba el abdomen.

Le dije que no me pondría eso. Pero mi amiga insistía en que por un día fuera más alocada y de tanto discutir, decidí aceptar con tal de salir del cuarto.

Sophia: 🙄 ¿siguen arreglándose?

Julie: Ya puedes venir. De verdad ni siquiera te imaginas la euforia de Paula. Se ha cambiado como diez veces. Perdón por hacerlos esperar. Pero ya puedes venir. De hecho, date prisa.

Sophia: eso suena a que quieres que te rescate 😏 ¿necesitas ayuda? Princesa 🧝🏻‍♀️🙊

Julie: ¿Puedes apurarte y dejar de molestarme?

Sophia: Sí, tengo que hacerlo porque si no...

Julie: ???????

Sophia: puedes llamar a 👩🏻‍🏫 para que te rescate primero.

Julie: tu mensaje ha sido leído e ignorado con éxito. 😒

Sophia: Jajajaja. Mira, cambiando el tema, Benjamín invitó a Noah. Al parecer se hicieron íntimos amigos 🙄

Julie: ¿Y eso te molesta?

Sophia: Me da igual. Solamente no quería verlo hoy. Suele ponerse celoso por Christopher y es aburrido.

Julie: Tú y Christopher... 😨

Sophia: No seas pervertida. Es mucho mayor que yo.

Julie: No pareces el tipo de chica que se detiene a pensar en la edad.

Sophia: Tú sí lo pareces y llevas horas arreglándote para él. Supongo que el dicho de que las apariencias engañan es cierto. Nos vemos en tu casa. Cambio y fuera, princesa 😝

El timbre sonó cuarenta minutos después de su último mensaje. Sergio los invitó a pasar, dirigiéndolos al jardín lateral en donde se encontrarían con nosotras. Benjamín estaba concentrado en la parrilla, mientras Claudia y Paula se acercaron enseguida, desesperadas por conocerlo.

—Hey... —saludé a Sophia, aprovechando que la atención de todos estaba en el músico.

—¿Y ese maquillaje? —me miró con curiosidad.

—Culpa de Paula, pero no hablemos de eso. A mí tampoco me gustó —confesé.

—Te ves guapa siempre, con maquillaje o sin él. Pero...
—me extendió su mano y la cogí sin saber para dónde me llevaba—: ¿cuál es el baño más cercano?

Respondí a su pregunta llevándola hacia el sanitario. Ella abrió la puerta, cogió una toalla húmeda de su cartera y se acercó a mí.

—No tienes que convertirte en otra persona ni para complacer a tus amigas, ni mucho menos para gustarle a Christopher —comenzó a quitarme el maquillaje y no supe si estaba bien o estaba mal, pero su tacto era delicado y con su cara tan cerca de la mía... fue imposible detenerla—: Si un día quieres que te maquillen me puedes decir, soy excelente —sonrió y luego de quitarme el maquillaje, sacó un polvo de su estuche y comenzó a retocarme de forma sencilla, sabiendo exactamente cómo me gustaba verme.

El capricho de amarteWhere stories live. Discover now