Dulcemente Mortal y Letalmente Efímero [BORRADOR]

Capítulo 50: You belong to me

Céline

Manhattan, Nueva York.

Respiré profundamente, tratando de controlar los nervios que amenazaban con abrumarme mientras me preparaba para la importante reunión con los futuros poderosos socios. Sabía que esta era una oportunidad crucial para asegurar el futuro del conglomerado familiar y, más importante aún, para desafiar a mi hermano mayor y reclamar lo que consideraba mi legítimo derecho: la jefatura del imperio que nuestro padre había construido con tanto esfuerzo.

Al entrar en la sala de reuniones, me sentí inundada por una sensación de determinación y confianza. Mis socios potenciales me recibieron con una mezcla de respeto y curiosidad, y su presencia imponente solo sirvió para avivar las llamas de mi determinación.

Desde muy joven supe que estaba destinada a ser una líder. Crecí observando a mi padre y aprendiendo de sus decisiones estratégicas, absorbiendo cada lección con avidez y determinación, pero siempre estuve consciente de que mi hermano mayor ocuparía el puesto de jefe del conglomerado familiar, una tradición arraigada en la estructura familiar.

Sin embargo, nunca me resigné a permanecer en su sombra. Mientras él recibía los elogios y las expectativas en la compañía justo en ese preciso momento, yo trabajaba silenciosamente en las sombras, cultivando relaciones, aprendiendo los entresijos del negocio y preparándome para el día en que tomaría lo que consideraba mío.

A medida que crecía, desarrollé una reputación como una abogada inteligente, astuta y siempre un paso por delante de la competencia. Mis movimientos eran meticulosamente planeados, cada decisión calculada para maximizar los beneficios para el conglomerado familiar y, por supuesto, para mí misma.

Así que cuando finalmente llegó el momento de enfrentarme a mi hermano mayor por la jefatura del imperio, estaba lista. Había pasado años preparándome para ese momento sin saberlo, construyendo alianzas estratégicas, adquiriendo experiencia y acumulando poder e influencia.

Desde el momento en que supe que la batalla por la jefatura del conglomerado familiar estaba a punto de desatarse, supe que debía armar mi estrategia con cuidado. A diferencia de mi hermano mayor, cuya experiencia empresarial era extensa, yo confiaba en mi experiencia legal para abrir puertas y asegurar alianzas poderosas que me colocarían un paso adelante.

Con determinación y una mente clara, me lancé a la tarea de establecer contactos con los socios más influyentes en el mundo empresarial. Utilicé cada conexión que había cultivado a lo largo de mi carrera legal, cada relación construida con paciencia y cuidado, para abrir puertas que de otro modo habrían permanecido cerradas.

Sabía que no podía competir con mi hermano en términos de experiencia empresarial, pero confiaba en mi habilidad para persuadir y negociar. Presenté mis argumentos con confianza y convicción, destacando cómo mis habilidades legales podrían ser un activo invaluable para el futuro del conglomerado familiar.

A medida que las semanas pasaban, vi cómo mi lista de socios potenciales crecía, cada uno más influyente que el anterior. Me sentí alentada por su entusiasmo y apoyo, sabiendo que estaban dispuestos a respaldarme en mi búsqueda por la jefatura del imperio.

Desde que ingresé al mundo empresarial, supe que enfrentaría desafíos únicos debido a mi juventud y poca experiencia, pero estaba decidida a no dejar que fueran un obstáculo para alcanzar mis metas. Con determinación, me propuse conquistar a los socios potenciales más importantes, a pesar de las adversidades que enfrentaba en un mundo empresarial a menudo cruel y despiadado.

Cada reunión, cada negociación, era una oportunidad para demostrar mi valía y mi compromiso con el éxito. Aunque algunos subestimaban mis habilidades debido a mi edad, me esforcé por impresionar a los socios potenciales con mi conocimiento, mi pasión y mi visión para el futuro.