Capítulo 55: La frialdad del deber y la falsedad del teatro

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Céline

10 de mayo

Los conflictos empresariales de la compañía Vanderbilt provocadas por un mal gestionamiento previo a la llegada de Marco habían ocasionado un desglose del que todo el mundo llevaba día enteros hablando, prensa cubriendo a las afueras de la controversial marca empresarial y periódicos amarillistas tachando a mi esposo de corrupto, fraude y manipulador de fondos.

Sin embargo, nadie más que James, su madre, Emma y yo conocíamos la realidad de quien estaba al mando cuando la primera investigación fue decretada por el Estado de Washington, acarreando lo que parecía ser un apocalipsis empresarial con personas realizando protestas a las afueras de la compañía alegando que el dinero con el que distintas fundaciones fueran ayudadas a través de los años era sucio, y también un cordón policial intentando evitar que estos penetraran el edificio en busca de quien estuviera ocupando el lugar de Marco en su ausencia, que era nada más y nada menos que James.

Quien a pesar de estar enfrentando un problema personal y amoroso respecto a la hermana de Marco y mi encantador mejor amigo, aceptó ser quien estuviera al mando durante las investigaciones que se llevaban a cabo, mientras Marco hacía toda clase de esfuerzo sobrehumano por no interceder cuando el sentarse en casa y encender el televisor jamás fue su fuerte.

Por mi parte, intenté hacer todo en mis manos para lograr mantenerlo en casa lo más distraído posible, pero cuando las palabras referenciadas a que yo no entendía lo que se sentía estar al mando de algo tan poderoso y no poder intervenir cuando las cosas se ponían difíciles, desató mi furia recordándole que yo estaba a la cabeza de la fundación mundial sin mencionar mis dos carreras universitarias y que sino estaba al estaba al mando de un conglomerado empresarial tan importante como el suyo fue porque no quise, no porque no podía hacer lo mismo que él o mejor.

Aquella mañana él reconoció su error al entender que sólo buscaba ayudarlo, pero yo también lo entendía, sabía que se sentía impotente por no poder hacer nada al respecto, así que decidí tomar aquel viaje a la India y así confirmar lo patéticos que sonaban mis problemas cuando distintas mujeres y niñas me contaron sus historias tomadas de mis manos, y recordándome que ese tipo de problemas eran realmente insignificante a comparación.

"Mi billetera no es lo suficientemente amplia para mis billetes o mi anillo de diamantes no brilla lo suficiente." De esa manera sonaban mis problemas cuando tomé asiento con los refugiados en aquella ciudad.

Por lo que, durante mis tiempos libres en el viaje, empecé a charlar con Stefano al respecto del nuevo romance que se llevaba desarrollando entre él y Emma Vanderbilt, uno que yo intuía y que se desató en la cena de navidad, por mucho que fingieran lo contrario.

[03:47] No quise decírtelo porque tendría que haberte pedido que se lo ocultaras a Marco ya que él vendría por mi cabeza y no podía pedirte que se lo ocultaras, así que me quedé sin mi mejor amiga con la que hablar al respecto. No me odies.

¿Phoebe lo sabía? [03:49]

[03:50] Repito, no me odies. Ella notó que yo ocultaba algo y me obligó a decírselo.

¿Y qué sucederá con Nessa? Esto seguramente está siendo duro para ella, estoy segura de que se siente mal debido a que tú te metiste en el vestido de Emma Vanderbilt porque inicialmente ella no quiso dar ese paso que tú querías en la relación [03:51]

[03: 53] ¿Crees que lo hice deseando lastimarla? Yo la amaba, realmente la amaba, pero tú misma lo dijiste; éramos demasiado tóxicos como para lograr ser felices en algún momento.

Dulcemente Mortal y Letalmente Efímero [BORRADOR]Where stories live. Discover now