Capítulo 67: Una turbulenta pero real historia

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Celine


Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba los resultados de la prueba de sangre, una mezcla de esperanza y temor en mi pecho. Después de haber luchado durante tanto tiempo contra la infertilidad y la endometriosis, cada prueba de embarazo se convertía en un momento de anticipación abrumadora.

Cuando finalmente llegaron los resultados, sostuve el papel con manos temblorosas, apenas capaz de contener mi emoción. Mis ojos escaneaban las palabras impresas, y de repente, sentí como si el mundo entero se detuviera.

"Positivo."

Una sola palabra que cambiaba absolutamente todo. Una palabra que encendía una chispa de alegría en lo más profundo de mi ser, pero también despertaba una oleada de miedo y ansiedad. Después de todo lo que habíamos pasado, después de tantas pérdidas y decepciones, ¿cómo podía atreverme a creer que ese embarazo sería diferente?

Mis manos temblaban mientras sostengo el papel, mis ojos llenos de lágrimas mientras la realidad de lo que eso significaba se hundía en mi mente. Después de todo el dolor y el sufrimiento, después de todas las lágrimas derramadas y las noches sin dormir, finalmente estamos esperando un hijo.

Estaba esperando un hijo...un hijo de Marco Vanderbilt.

La alegría y el miedo se entrelazaron en mi corazón mientras imaginaba el futuro que nos esperaba. ¿Seríamos capaces de superar los desafíos que se avecinaban? ¿Podríamos enfrentar la posibilidad de otra pérdida, de otro corazón roto?

Mis manos empezaron a temblar mientras sostenía el papel, mi mente girando en un torbellino de emociones contradictorias. Acababa de separarme de mi esposo, nuestras vidas siguiendo caminos divergentes que nos habían llevado a un abismo emocionalmente desgarrador. Y en ese momento, en medio de todo ese caos, el destino parecía haber decidido lanzar otro giro inesperado.

Con el corazón latiendo desbocado en mi pecho, miré fijamente el papel, apenas capaz de creer lo que veía. Las dos líneas rosadas eran una confirmación silenciosa de que estaba embarazada, de que dentro mío crecía una nueva vida, incluso en medio del dolor y la confusión.

Una oleada de miedo y ansiedad me envolvieron, mezclada con un destello de esperanza que luchaba por abrirse paso en medio de la oscuridad. ¿Cómo podría enfrentar la maternidad sola, sin el apoyo y la compañía de mi esposo? ¿Podría ser la madre que mi hijo necesitaba, a pesar de mis propias luchas internas y dudas?

La incertidumbre pesaba sobre mis hombros mientras imaginaba el futuro que nos esperaba, yo y mi pequeño bebé. ¿Cómo enfrentaría las noches en vela y los días llenos de desafíos sin el amor y el apoyo de Marco? ¿Podría ser suficiente para mi hijo, sin importar lo que el destino tuviera reservado para nosotros?

—Tienes una semana de embarazo, hermosa —me susurró Pierre, tomando mis manos entre las suya—. Felicidades, sé que serás una grandiosa madre...

"Madre." La simple palabra me robaba el aliento y provocaba que mis extremidades dejaran de funcionar, escuchando de fondo las palabras de Pierre intentando tranquilizarme.

—Ordené que agendarán una ecografía y todos los estudios que fueran necesarios para asegurarnos de que no es un embarazo de alto riesgo...

—No puedo perderlo —solté, aferrándome a sus manos—. No puedo perder también a este bebé, Pierre, no sobreviviré...

Me pasó una mano por la cara, una enorme sonrisa deslizándose por sus comisuras.

—Dios...mamá, Ce, tú serás mamá —repitió, alegre.

Dulcemente Mortal y Letalmente Efímero [BORRADOR]Where stories live. Discover now