Capítulo Seis

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La felicidad que le había llegado al equipo tras la noticia de que Erick se quedaba en el Raimon, se esfumó rápidamente. ¿La causante? Celia Hills. Puede que no lo hiciese conscientemente, pero lo que comunicó al equipo fue un balde de agua fría para todos, pero, sobre todo, para Axel Blaze

–Nuestro próximo rival será... –Celia titubeó, sin saber muy bien si decirlo o no con el temor de la reacción de los jugadores– el instituto Kirkwood.

–¿Cómo? –Exclamaron a la vez los jugadores, atónitos, mientras que el delantero estrella quedaba en shock.

Sabrina los miró a todos sin entender. ¿Quién era el instituto Kirkwood y por qué todos actuaron así?

Fijó su mirada en Axel Blaze, buscando respuestas. Ese día se había portado muy bien con ella, y el anterior, y empezaba a apreciarlo. Esperaba que él le devolviese la mirada y le lanzase un guiño o una pequeña sonrisa, tal y como había hecho. Sin embargo, algo dentro de ella se estremeció al ver la dura mirada que le dirigió de repente. No se lo había esperado. Vale, sí, había visto como Axel Blaze lanzaba miradas fulminantes a su equipo la mayoría de las veces, parecía malhumorado en multitud de ocasiones, pero nunca había sido la receptora de la mirada

Pese al retortijón de temor que sintió en el estómago, se enfadó. Ella no había hecho nada para que él le mirase así. Así que, con todo el valor que pudo recoger, le devolvió la misma mirada fulminante y le dio la espalda, como la persona madura que era.

–Mark, deberíamos volver ya. Tu madre deberá estar terminando de hacer la cena –le dijo muy seria

Mark la miró sin entender. Por lo general su madre no hacía la cena hasta media hora después. ¿Por qué de repente querría irse? Luego recordó que su padre salía antes de trabajar y que tenía que pedirle ayuda para hacer el trabajo de inglés, y asintió efusivamente. Si sacaba buena nota en ese trabajo tendría la asignatura casi aprobada y su madre no le echaría la bronca por llevar suspenso Inglés

–Nos vemos mañana chicos –se despidió de sus amigos con la mano mientras salía corriendo, llevando a rastras a su invitada temporal.

Axel se quedó viendo la espalda de la chica, viendo cómo se alejaba del campo de fútbol del Instituto

"Sabrina", repitió su nombre por enésima vez en el día. Sonaba tan bien, le gustaba tanto... el nombre, por supuesto

Inconscientemente, sonrió.


╭───────╯ °✧° ╰───────╮


El día siguiente, Mark, Jude y Axel se reunieron en una plaza cercana a la casa de este último y, obviamente, Sabrina los acompañó. De hecho, ella había preferido quedarse en su habitación, leyendo un libro que le había recomendado Celia, pero Mark no dejaba que se separase mucho de él. Siempre tenía que ir con él, o él con ella. Era como si tuviera miedo de perderla. Aunque también influyó las continuas amenazas que su madre le había dado sobre no quitarle el ojo de encima, con la excusa de que era amnésica y no conocía la ciudad. Aún así, Mark tampoco quería separarse mucho de ella. En algunas ocasiones, le parecía alguien muy frágil, que podría romperse a la mínima. Era como una muñeca de porcelana. Y Mark sentía la necesidad de protegerla, como un hermano mayor protege a su hermanita menor, como Jude protegía a Celia.

Por eso mismo allí estaba ella, con Mark, Jude y Axel. Mientras que Jude estaba totalmente concentrado en las próximas estrategias, Axel estaba totalmente en silencio. Y, por otro lado, Mark hacía caso a Jude, o simulaba hacerlo, y Sabrina miraba el suelo, tratando de entender lo que decía el mejor estratega de Japón y el comportamiento del chico a su lado. Axel Blaze era un chico demasiado extraño. El otro día estaba sonriendo, no tanto como Mark, pero sonreía. Y ahora estaba callado y pensativo, con el ceño fruncido y la mirada perdida. 

Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now