Capítulo Diez

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–¡¡Sabrina!!

–Voy.

–¡¡Sabrina!!

–¡¡¡Que voooy!!!

»¿Qué quieres?

Silencio

–¡¿Qué quieres?!

Silencio.

–Joder –murmuró con molestia–. 

»¡¿Que qué narices quieres?!

"Para que me llama si luego no me responde", se quejó mentalmente. Como odiaba eso.

Se levantó de la cama con lentitud y fue al patio, donde se encontraba aquella amable persona que la había llamado. Dios. Odiaba cuando la llamaba y luego no respondía.

–¿Se puede saber qué te pasa ahora, Axel?

–Nada

Sabrina trató de contener una maldición pero le fue imposible. Últimamente Axel había estado muy irritable y eso la ponía de los nervios. Prefería mil veces al Axel malhumorado que lanzaba balonazos al Axel irritable que parecía un viejo de ochenta años.

–Axel, ¿qué narices te pasa?

–Te he dicho que no me pasa nada.

Por un momento, Sabrina estuvo a muy poco de mandarle a la mierda, pero, de repente, recordó lo cerca que estaba de Mark y los demás y que no se podía acercar a ellos.

–Es porque los chicos ya están aquí, ¿verdad? –Inquirió la chica, tratando de comprender la actitud arisca del chico.

Axel se quedó callado y Sabrina supo que había acertado.

–Sé que debe ser difícil para ti, Axel. El saberlos cerca pero no poder acercarte...

–Hoy vi a Mark haciendo surf –le confesó en voz baja, interrumpiéndola.

"Es cierto, Mark y Harley", recordó. Harley le había comentado que el giro que había hecho con la cadera para sacar el Súper Puño Invencible era lo que se hacía en surf. Y bueno, si a Mark le hablas de fútbol...

–Sí. Se le ha metido en la cabeza la idea de que si aprende a surfear, podrá hacer el Super Puño Invencible. Cosas de Mark, ya sabes –le comentó con una sonrisa.

Axel calló. Temía preguntar. "Nunca dejes que el miedo te domine. Se fuerte, mi niño", recordó que le había dicho su madre.

–¿Y cómo... cómo están?

–Bien, te extrañan mucho –Axel se sintió peor al oír esa respuesta pero quería seguir escuchando más sobre ellos–.

»Shawn Frost es el nuevo delantero estrella pero... no es muy estable. Él tiene una lucha interna que le impide dar todo lo que tiene. Necesitaría uno de tus balones psicológicos, ¿sabes? –Bromeó, dándole un ligero empujón con su hombro, causando una pequeña sonrisa en él–.

»Te echan mucho de menos y están muy ilusionados de pensar que tú eres el delantero de fuego.

–Lo soy –comentó, egocéntrico, haciendo que la chica rodase los ojos con una sonrisa.

Y, de la nada, le dio una colleja. "Eres un narcisista, Axel Blaze", se rio internamente al ver cómo se frotaba la zona dolorida.

–Bobo

–Será encima que estoy mintiendo –murmuró con una sonrisa tímida mientras se masajeaba la nuca

–No, no mientes –admitió molesta, odiaba darle la razón y más cuando estaba de egocéntrico–, pero ellos no pueden saberlo. Aún.

Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now