Otro mundo [IE] ✔️

Capítulo Uno

Para el equipo Raimon y el Inazuma Japón:

El entrenador Hillman me ha contado sobre el partido que vais a hacer para decidir quién formará parte del Inazuma Japón. Así que, ¡mucha suerte para todos!

También sé que habrá mucha gente nueva y, entre ellas, estarán Xavier y Jordan. Os mando un gran abrazo. Ojalá pudiese estar ahí para dároslo personalmente.

Porque sí, habéis leído bien, me he ido. Nunca he sido buena con las despedidas, por eso os he dejado esta carta. No os preocupéis, no habéis hecho nada malo y yo estoy bien. Pero alguien me ha hecho darme cuenta de que debo ampliar mis miras.

Os quiero muchísimo a todos, pero quiero ver lo que hay más allá de Japón. En mi mundo siempre estuve en un mismo lugar, sin moverme, bien por miedo, bien por mis padres. Y ahora que estoy aquí me he dado cuenta de que me merezco conocer nueva gente, nuevas culturas, nuevos idiomas. Merezco ver mundo y no sabéis cuán afortunada me siento de esta oportunidad. 

No quiero que os enfadéis conmigo por ser egoísta, es lo menos que quiero. Pero siento que algo dentro de mí me empuja a ser más que Sabrina, la gerente que ofrece buenos consejos. Creo que puedo llegar a ser más, mejor. Pero para ello necesito estar lejos de vosotros. Sé que estaréis bien sin mí, sois fuertes.

Quiero que sepáis que no os culpo de nada, es más, os lo agradezco. Aún así debo irme.

Espero que lo entendáis.

Se despide,

Sabrina.

P.d.: nos veremos muy pronto... en el mundial.

El Inazuma Japón recién creado enmudeció ante la carta leída por Silvia. Ella sabía a dónde había ido y con quién. Y no le importaba, no le molestaba, es más, la apoyaba y se enorgullecía de ella. "Has hecho una buena elección, Sabrina, pero temo cómo se lo tomarán los chicos".

Observó atentamente los rostros de cada integrante del equipo, pero, sobre todo, de los que estaban más apegados a ella: Jude, Axel y Mark. Los tres estaban callados, asimilando las palabras y sin saber cómo deberían sentirse ante la "desaparición" de la chica.

–¿Capitán? –Preguntó Celia un poco preocupada.

Pero Mark no respondió. Shawn se acercó a Silvia y cogió el paquete que había dejado también Sabrina. Era pequeño y cuadrado. Con cautela lo abrió y lo que vio dentro lo dejó sorprendido. Era una foto enmarcada. Pero no era cualquier foto. Era la foto que se hicieron el día de la fiesta de cumpleaños de Axel, justo antes de que el mejor equipo del planeta se disolviese. Shawn esbozó una sonrisa. Abajo, en la esquina inferior derecha, había escrito algo: Mi familia.

–No te preocupes capitán, volveremos a verla.

–¿Y cómo estás tan seguro? –Preguntó Scotty, que se sentía abandonado.

–Porque la familia no se abandona.

Mark miró atentamente a Shawn y se recompuso. Tenía razón. Debía ser fuerte.

–Chicos, no debemos estar tristes. Volveremos a verla... en el mundial, y para eso, ¡debemos ganar! –Exclamó con una sonrisa.

–¡¡Sí!!

Sin embargo, Mark no estaba esbozando una sonrisa verdadera y Jude y Nathan se dieron cuenta. Mark estaba empezando a decaer. Era sensible a las despedidas, lo había mostrado cuando jugaban contra los extraterrestres y si la despedida es de Sabrina... Ella era como una hermana para el capitán. Jude se imaginó tener que despedirse de nuevo de Celia y sintió un escalofrío. Lo entendía bien. Pero era un chico fuerte y había crecido de la adversidad. Ya no era el mismo Mark que había conocido en el Fútbol Frontier.