Otro mundo [IE] ✔️

Capítulo Doce

Sabrina volvió con una sonrisa. Una sonrisa que hizo sospechar a Axel.

–¿Estás bien? ¿Qué quería ese chico?

–¿Te ha molestado? –Preguntó preocupado Thor.

Sabrina se enterneció por la preocupación de ambos chicos. Pero no era necesaria. Sabía que Xavier no le haría ningún daño y tampoco permitiría que los extraterrestres les hiciesen daño. Él se lo había prometido.

–Dais un poco de miedo –le confesó avergonzada

Xavier rio escuetamente. Razón no le faltaba. Su padre les había formado para que lo diesen. 

"La única forma de hacer que te respeten, queridos míos, es que te teman", les decía siempre su padre

–Nunca permitiría que te... que os –se corrigió inmediatamente– hiciesen daño.

Sabrina sonrió, confiaba plenamente en él.

–Confío en ti –le susurró.

Xavier sintió como un peso se le quitaba de encima. Ella confiaba en él.

–Oh, nada. Se equivocó de persona –dijo escuetamente, sin lograr convencer a Axel–.

»¿Qué ha pasado mientras no he estado?

–El Raimon perderá si sigue como hasta ahora –le contestó Thor, con los dientes apretados. Le parecía realmente injusto que esos malditos extraterrestres ganasen el partido.

–Nosotros debemos irnos ahora, Sabrina, cuida de los niños –le comentó Axel, levantándose junto con Thor.

La chica al principio no entendió. Hasta que vio a lo lejos a tres hombres (o mejor dicho, pistachos andantes) que no quitaban el ojo de encima a Axel.

–Te han encontrado.

–Y no creo que para saber cómo estoy –dijo irónico, pero a la vez preocupado.

–¿Crees que quieran reclutarte?

Axel solo asintió y Sabrina tragó saliva sonoramente. Se levantó de un salto y abrazó con fuerza a su amigo, quien enterró la nariz en su pelo. Olía tan bien

–Ten cuidado.

–Siempre lo tengo.

Le dio un beso en la frente y le guiñó un ojo, provocando un sonrojo en la chica. Axel se fue rápidamente. No tenía tiempo que perder. Presentía que ya no volvería a esconderse más y eso le alentaba. Cuanto antes se fuera del estadio, antes volvería con el equipo.

Sabrina aún estaba en shock. No comprendía que le estaba ocurriendo. Al principio sí que sentía algo muy fuerte por Axel. Pero no se comparaba en nada a lo que sentía al estar con Xavier. Estar con él le hacía sentir... bien, completa. Era extraño, pero se sentía bien con él. Aún así, no podía negar que Axel removía cosas en su interior.

¿Qué estaba haciendo? Ni siquiera sabía que sentía por ninguno de los dos. Estaba loca, tarada. No, no, no. Ella no podía... Era imposible. No de Axel y no de Xavier. De hecho, ninguno, ninguno.

"No puedo pensar ahora en esas tonterías", se recriminó. Debía organizar sus prioridades –tal y como dijo Ron Weasley–, y lo más importante era apoyar a sus amigos y ayudarlos en todo lo posible.

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El detective Smith estaba muy preocupado. Había logrado liberar a ese pobre chicos de aquellos malnacidos, pero lo que habían dicho al final le había dejado un escalofrío.