Capítulo Diecinueve

1K 81 11
                                    

Xavier no podía concentrarse bien el partido. Trataba de jugar lo mejor que podía pero la preocupación por Sabrina se lo impedía en gran medida. La chica apenas se movía, ni siquiera sabía si estaba respirando porque no veía el típico movimiento de su respiración. Solamente podía alcanzar a ver su preciosa cabellera castaña. Al parecer su padre le había mandado cambiar de ropa porque llevaba una falda negra con puntos brillantes. Era una representación de un cielo estrellado de noche. Xavier conocía la mente de su padre. Vistiéndola de ese modo, dejaba claro que la chica comenzaba a pertenecer a la Academia Alius. Y eso no le gustaba nada.

–Nuestros amigos no eran débiles y pienso demostrártelo –le gritó Mark al holograma de Astram Schiller.

Mark trató de quitarle el balón a Xavier pero, estaba tan dominado por la furia, que no podía controlar bien sus movimientos. Se estaba dejando llevar demasiado por sus impulsos furiosos y eso no era típico de Mark.

Y eso pensaba aprovecharlo

–Mark, mejor vuelve a la portería –Darren quedó en shock y se sintió dolido. En ese momento Mark casi colapsó de furia–. Si tú no eres el portero, jamás podréis vencernos.

El capitán del Raimon arremetió contra el capitán del Génesis con furia:

–¡¡Cállate!!

Xavier chutó junto con otros dos de sus compañeros la Super Nova. Parecía un gol seguro pero todos bajaron a defender. Y no es por qué pensaran que Darren era débil, sino porque defender la portería era algo que todo el equipo debía hacer. Darren no estaba acostumbrado a hacer de portero y el partido estaba resultando agotador. Era normal que no tuviese fuerzas y se viniese abajo. Por eso, cuando algo así le pasaba a alguno de ellos, el resto del equipo estaba allí para contrarrestar los posibles efectos negativos, hasta que esa persona se recuperase. En esa ocasión, Darren necesitaba recuperar la confianza en sí mismo.


╭───────╯ °✧° ╰───────╮


Sabrina no tenía miedo. De hecho, no sentía nada y tampoco pensaba en nada. Su mente estaba en blanco. Era como si se hubiese olvidado quién era y por qué era importante. Se estaba dando cuenta que, cuanto más tiempo pasaba en ese extraño lugar, más olvidaba de sí misma. Era como si su memoria fuese perdiendo fuerza. 

"¿Quién soy yo?", se preguntó de repente

Ante ella, una chica castaña con ojos rojos se colocó delante de ella. Cuando habló, su voz le pareció muy conocida:

"¿Y qué más da?"

"Eres..."

"Tu conciencia"

"¿Qué hago aquí?"

Ella se quedó callada. No quería responderle. Sabía la respuesta y no le gustaba. ¿Cómo podía decirle que estaba a punto de morir? No. Se negaba a ello. Sin embargo, Sabrina se merecía una respuesta. Cuando estuvo a punto de hablar, alguien la interrumpió:

–Nuestra fuerza viene de tener a todos nuestros compañeros con nosotros –era una voz lejana, muy lejana.

Eso llamó la atención de Sabrina. ¿Compañeros? Y esa voz... ¿Por qué le resultaba tan familiar?

–Axel, Shawn lo habéis conseguido, el Fuego Helado –celebró esa misma voz.

–Sí, por fin –esa otra voz le provocó una maravillosa calidez en el pecho que no podía explicar.

¿De quiénes eran esas voces? Desesperada, comenzó a buscar por todos los lados. Pero solo estaba ella en medio de esa nada. ¿Dónde estaban esas voces? ¿Dónde? Necesitaba encontrarlas. No sabía por qué pero lo necesitaba. Su corazón se lo pedía.

Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now