EPÍLOGO

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Selene miró a sus dos compañeros. Ahora todo había terminado. La chica estaba bien y eso era lo importante.

–Todo ha vuelto a la normalidad.

–Aún no –replicó con una sonrisa la mujer rubia–. Falta un pequeño detalle.

Helios frunció el ceño. No le gustaba qué quería decir ella.

–¿Victoire?

–Aún no sabe la verdad y eso será lo más difícil.

–Pero...

–La victoria sonríe a aquellos que luchan por ella –respondió enigmáticamente–.  

»Nosotros ya no podemos hacer nada. 

»Ella tendrá que venir a nosotros.


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Era el cumpleaños de Axel Blaze, pero también era el día de las despedidas, pues todos sus amigos se iban a sus respectivos hogares.

Las chicas habían decidido hacer una fiesta de cumpleaños y también de despedida.

Habían decidido celebrarlo en la caseta del club. Todos estaban ocultos, esperando la entrada de Axel. Y entonces entró, empujado por Steve, que temía por su integridad física.

–Como no me sueltes, Steve Green, voy a...

–Feliz cumpleaños –gritaron todos, interrumpiendo la amenaza del chico y dando la oportunidad a Steve de huir y colocarse detrás de Jack.

Axel estaba estático. No se movía y su rostro... no reflejaba nada. "Espero que le haya gustado", pensó preocupada Sabrina. Y ciertamente al chico le gustó. No pensó que le harían una fiesta. No iba a mentir. Le conmovió. Vio el pastel que tenía Celia en la mano y sonrió. Era de nata y podía asegurar que estaba relleno de chocolate. Su favorito. El que su madre le preparaba en sus cumpleaños. ¿Tenía los mejores amigos? Sí, sin lugar a dudas. El día no podía ir a mejor.

Y entonces  Sabrina se lanzó a abrazarle, mejorándolo por completo.

–Feliz cumpleaños, Axel Blaze.

Y le dio un tímido beso en la mejilla, provocando un sonrojo en ambos chicos.

–Bueno, que empiece la fiesta –gritó Harley emocionado.

Sabrina vio a todos sus amigos y sonrió. Esa era su familia. Su verdadera familia.



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Habían pasado varias semanas y Sabrina ya hacía vida normal. Seguía viviendo en la casa de Mark y siendo gerente en el equipo del Raimon.

–Sabrina, vamos tarde –gritó Mark.

Eso le pasaba todos los días. Llegaba tarde, asistía a los entrenamientos y volvía a cenar. Siempre acompañado de Mark, claro. La chica sonrió. Al final, tener una rutina no era tan malo.









¡Y hasta aquí el final de la segunda temporada! Creo que ha sido un bonito final, distinto al otro. Este es feliz, muestra a nuestros locos felices porque ya ha pasado lo peor.

Pero es que esto no es el final. La tercera temporada está por llegar. No os vayáis muy lejos porque llegará pronto.

Un beso muy grande❤️❤️


Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now