Capítulo Diecisiete

1K 90 11
                                    

Ya habían pasado dos turnos, es decir, cuatro horas, y la chica seguía sin aparecer, provocando un ataque de pánico en Janus. Y también en Dvalin, aunque el chico era mejor ocultando sus sentimientos

–¿Y si se ha escapado?

–No creo.

–Ya es de noche. ¿Y si le entró hambre y fue a buscar comida?

–No creo.

–¿Y si le entraron ganas de ir al baño?

–No creo.

Janus resopló. ¿Por qué tuvo que buscarse a un compañero tan seco? "Debí haberme cogido a Gazel, por lo menos es sarcástico, pero gracioso", se quejó mentalmente. "Pero no, tuve que elegir a este cara de sapo".

–¿Y si...?

–No creo.

–Esta vez no me has dejado ni terminar –se quejó, cruzándose de brazos.

–Está bien, perdona. Di –cedió con un suspiro de exasperación, últimamente era lo único que hacía, más concretamente desde que se juntó con ese pelmazo que parecía que tenía un helado de pistacho en la cabeza.

–¿Y si le ha entrado frío y fue a buscar unas mantas?

–No creo.

–Entonces, ¡¿por qué narices no está?! –Gritó, perdiendo por completo los nervios.

De repente, se abrió una puerta, sobresaltando a ambos chicos.

–¿Se puede saber qué son esos gritos? –Se quejó Gazel, restregándose los ojos. Estaba agotado y su sueño ligero no ayudaba tampoco

–Eso, son las putas seis de la mañana –les gritó Torch, saliendo de la puerta de enfrente.

–Te dije que discutir en el pasillo no era una buena idea –le culpó Dvalin.

–Pero si fuiste tú quien...

–Estamos esperando –dijeron furiosos a la vez los dos capitanes de los dos equipos de Rango Supremo.

Dvalin y Janus volvieron a intercambiar miradas. Dvalin negó, pero Janus asintió. Era la única manera de comprobarlo. Así que, decidido, cogió del brazo a Torch y a Dvalin y se metió en la habitación de Gazel, cerrando la puerta tras su paso.

La habitación de Gazel tenía un conducto de ventilación que permitía oír todo lo que sucedía en la sala de entrenamientos. Sí lo que se le acababa de ocurrir era cierto, esa habitación era la mejor y más adecuada para comprobarlo.

–¿Qué cojones te pasa, Janus? ¿Es que no sabes lo que es la...?

–Mientras estabais desafiando a esa persona –le interrumpió nervioso–, esos hombres verdes llegaron con una chica inconsciente. Al principio pensamos que era una jugadora, pero luego oímos algo sobre "nueva cobaya" y nos temimos lo peor.

–¿Nueva cobaya? Nunca se ha utilizado esa expresión –comentó extrañado Gazel, interesado.

–Exacto, por lo que fuimos a conocerla y es realmente encantadora.

–Acordamos en ir a visitarla, pero hace cuatro horas que no está en su habitación y Janus cree que algo le ha pasado –completó Dvalin, sentándose en la cama del platinado.

Gazel se quedó en silencio, meditando lo que estaba escuchando. De repente, algo hizo click en su cabeza.

–Y si..

–¿No te referirás a qué la estarán entrenando, verdad? –Preguntó un poco preocupado Torch.

Por lo general, él no se preocupaba por nadie, ninguno de Alius lo hacía. Excepto Xavier, que caía un poco ante las debilidades, pero siempre había una excepción. Sin embargo, nunca se había traído a nadie inconsciente y tenía la corazonada de que la chica no jugaba al fútbol. Si la entrenaban, entonces...

Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now