Otro mundo [IE] ✔️

Capítulo Nueve

La ceremonia acababa de finalizar. Los equipos comenzaron a marcharse hasta quedar solo Unicorn e Inazuma Japón. Los japoneses habían recibido órdenes expresas del entrenador de no irse hasta que él lo dijese, por lo que, ahí estaban, con el entrenador Travis y el señor Hillman, viendo cómo Unicorn abrazaba a la figura encapuchada.

Dylan Keats, el delantero estrella, se aferraba a ella como si fuese un bote salvavidas y, detrás de ella, Erick también la abrazaba como si su vida dependiese de ello. A su alrededor, todos los chicos los envolvían, con lágrimas en los ojos. Era una imagen conmovedora.

–Por favor, no nos olvides –oyeron que suplicaba el delantero.

–Y llama todos los días –le dijo Bobby.

–O te llamaremos nosotros –añadió Mark Kruger.

–Y come todo lo que te pongan –ese era Gabriel, otro gran jugador.

–Y no te olvides de practicar esos golpes –el portero dio unos puñetazos al aire, causando la risa de todos.

–Y sobre todo, no te olvides que aquí también tienes una familia –finalizó Erick, dándole un beso en la cabeza.

El Inazuma Japón observó atentamente toda la interacción y sonrieron. Ellos eran así con Sabrina, puede que no tan recelosos y sobreprotectores, pero también la querían así. Ojalá estuviese con ellos.

–Me recuerda a ella.

–A mí también, Thor, a mí también.

–Volverá pronto, chicos –les animó Mark.

Axel se puso serio, recordando su última conversación con la chica. ¿Podría tratarla como solo una amiga? No lo creía. Aún no sabía lo que sentía pero sabía que iba más allá de la amistad. O eso pensaba. Porque últimamente, en lo relacionado con los sentimientos, siempre estaba dudando.

La figura encapuchada se giró y comenzó a caminar... hacia ellos. Se paró a poca distancia de Mark y sonrió de medio lado. ¿Quién era esa persona? Sin saber por qué, Axel sintió una calidez en su cuerpo. Calidez que solo sentía cuando ella estaba cerca. ¿Sería posible...?

–Te dije... que nos veríamos en el mundial, Mark Evans.

Todo el equipo quedó en shock. No podía ser. ¿A caso era...?

–¿Sabrina? ¿Eres tú?

[...]

Xavier la miraba de reojo cada dos por tres. Estaban en la sala de estar, todos sentados y en silencio. Los entrenadores se habían ido a dormir, haciéndoles prometer que no tardarían en acostarse porque mañana había entrenamiento.

Sentía que la chica era una ilusión, un producto de su mente. Pero... ¿acaso todos estaban teniendo la misma visión? No, imposible. Lo que significaba que sí que era real... ¿no?

Entonces, Scotty, con cautela, se acercó a ella y la pellizcó en el brazo.

–Ay, Scotty –se quejó ella.

–Sí, sí que es real.

"Pero, ¿y si no era ella de verdad?"

–Scott Vanyan –gritó enfadada Sabrina, levantándose para perseguirle pero enredándose en su capa y cayendo de bruces al suelo.

"No, estaba seguro de que sí que era ella".

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Caleb Stonewall no le quitaba el ojo de encima a la chica nueva. Sabía que le debía una disculpa, pero no pensaba dársela. Antes que le tirasen encima aceite hirviendo.