Otro mundo [IE] ✔️

Capítulo Diecisiete

Mark creía que ya lo conseguiría. La noche anterior su madre le había ayudado mucho.

–Mark, ¿te diviertes jugando al fútbol? –Le preguntó sin girarse.

Por un momento, se preguntó qué estaba haciendo. Ella nunca se había interesado por el fútbol0, no desde que su padre había muerto. Le aterraba pensar que Mark... No, no quería ni imaginarlo. Su Mark no. Él no. Y sin embargo...

–Sí, claro –hizo una pequeña pausa, viendo la espalda de su madre–. Pensé que a ti no te gustaba que jugase.

–Es cierto, siempre me he opuesto –concordó tras una pausa–.

»Pero, si a ti te gusta tanto, sigue jugando, aunque a mí no me haga mucha gracia.

Sabrina estaba a punto de entrar en la cocina cuando escuchó a la madre de Mark hablar de fútbol, dándole su consentimiento de... seguir jugando. No entró, no quería interrumpir. Se quedó ahí, apoyada en la pared, escuchando atentamente el momento tan bonito madre-hijo que estaba ocurriendo en la cocina

Ajena a la presencia de Sabrina, Sharon tuvo un recuerdo muy vívido que había salido a su mente una y otra vez desde que vio a su hijo entrenar. Era algo que apenas recordaba, estaba muy difuso, pero ahí estaba. Eran unas pocas palabras, pero se habían quedado grabadas en su mente desde que las escuchó por primera vez

–Tu abuelo solía decir una cosa muy a menudo cuando yo era pequeña –murmuró con una sonrisa nostálgica. No sabía que estaba haciendo, pero darle un consejo a su hijo y hablándole a la vez de su padre le hacía sentir bien. "Papá, te echo mucho de menos", pensó con tristeza–.

»Decía que un portero es piernas y caderas. Que si es capaz de concentrar todas sus fuerzas en las tripas, no había ningún lanzamiento imparable.

"Piernas y caderas", se repitió por enésima vez. "Concentrar todas las fuerzas en la tripa".

–Adelante, chicos –les gritó, dándoles la señal para chutar.

–Sigo sin estar muy segura de esto –murmuró para sí, viendo como Axel y Kevin chutaban con el Tornado Dragón y Jude y Erick con el Remate Combinado.

Mark se preparó, pero alguien se interpuso y, de un momento a otro, ya se encontraba con los dos balones en ambas manos.

"Byron Love", pensó Sabrina, lo reconocía de los vídeos de partidos del Zeus. Su mente se desconectó de lo que pasaba. Cogió el ordenador de Celia y empezó a investigar al chico. No había mucha información sobre él. Era un jugador relativamente nuevo, que había salido de las sombras junto con el resto de su equipo.

Byron Love, capitán del equipo de fútbol del Instituto Zeus, es la nueva promesa del torneo. Es un increíble jugador que arrasa, junto con su equipo, a todo aquel que se le cruza. Su entrenador, Ray Dark, el antiguo entrenador de la Royal Academy afirma que...

"Ray Dark y la Royal Academy", meditó, dejando de leer el artículo. "Debo preguntarle a Jude. Hay algo que no me cuadra con ese hombre ni con ese equipo de dioses". No es que lo conociese mucho, pero había investigado todo lo posible en el poco tiempo que había tenido. Era siniestro y daba un poco de miedo. Podría haber investigado por su propia cuenta lo ocurrido con la Royal, pero prefería preguntárselo a Jude. Sentía que sería información más verídica la que obtendría del chico

Había estado tan centrada en buscar información que no se había dado cuenta de que Byron ya se había ido, tan rápido como había aparecido. De hecho, ni siquiera se había dignado a mirar a los demás, su atención solo había estado centrada en Mark Evans, su rival a batir. El entrenador ya le había dicho que él era un verdadero problema, pero no le parecía así. Era un chico simplón que no era capaz ni de parar uno de sus tiros, y eso que no había utilizado toda su fuerza