Otro mundo [IE] ✔️

Capítulo Ocho

A Sabrina le gustaba mucho el albergue de Inazuma Japón. Era muy cómodo y hogareño.

Había llegado con Unicorn hacía unas pocas horas y sabía que el Inazuma no tardaría en llegar. Por eso debía darse prisa.

Dejó una gran cesta de galletas –sus favoritas– en la mesa que había a la entrada y se fue.

–Nos veremos en la ceremonia, chicos.

[...]

Todos comían de esas galletas mientras esperaban la llegada de Mark.

–Jack, no te comas tantas –se quejó Todd.

–Ay, es que están tan buenas –trató de excusarse el defensa.

–¿Quién las habrá dejado?

Era obvio que nadie se había leído la nota que dejó. Fue una suerte que nadie se la comiese.

–Chicos, esta tiene un papel –les dijo Harley, sacando de su boca un papel todo mojado.

–¡WOW! –exclamó Scotty–, ¿es una galleta de la suerte?

Jude miró por encima de la cabeza de Harley y negó. Había algo escrito en boli azul, o eso parecía porque estaba todo mojado.

–No, es una nota –le corrigió Nathan, que también miraba el papel por encima de la cabeza de Harley.

–Trae eso –dijo Kevin.

Inmediatamente, Harley se la dio en la mano y Kevin hizo una mueca de asco y se limpió la mano con fuerza contra su sudadera.

–Pero, ¿por qué has hecho eso? –Le preguntó furioso.

–Tú me lo pediste.

–No, yo me refería...

–Tus palabras textuales fueron...

–Ya sé lo que dije, pero...

–Callaos un momento –les silenció de un grito Celia.

Todos la miraron, incrédulos. Celia nunca había sido así.

–Celia, ¿estás bien? –Preguntó su hermano preocupado.

–Sí –le respondió cortante. Aunque en realidad no lo estaba. Había sido un viaje largo, demasiado largo, y no quería oír más bobadas por parte de sus amigos. Los quería mucho, pero tenía suficiente dolor de cabeza como para escuchar tontadas

Nunca había viajado en avión, pero acababa de descubrir que la mareaba muchísimo. De ahí su malestar

–Le habrá venido Andrés... –Murmuró maliciosamente Scotty.

–O habrá roto con el novio –continuó la broma Caleb.

Jude se tensó visiblemente a la par que Celia cerraba los ojos con evidente molestia

–¡¿QUE TIENES NOVIO?!

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Dylan no quería soltarla. Ya habían hablado sobre su partida. Justo tras la ceremonia, Sabrina se iría con el Inazuma Japón, pero eso no significaba que no podría volver a verse.

–No.

–Va a comenzar la ceremonia en unos minutos –Sabrina trató de separarlo de ella, pero parecía que estuviese pegado con pegamento.