Capítulo Veintitrés

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El partido era horrible. No podía concentrarse en nada. Solo podía mirar y llorar en silencio por sus amigos del Raimon. Antes de empezar el partido, todos los jugadores del Zeus bebieron de unas copas, copas que tiraron al suelo. "Serán desconsiderados. Claro, como ellos no van a ser quienes vayan a limpiar"

–Espero que disfrutes del partido, estúpida mortal

–Oh, créeme que lo haré, imbécil –replicó furiosa, cómo estaba odiando a ese chico

"Espero que los chicos te partan la cara y te quiten la sonrisa de superioridad esa que tienes", maldijo en su mente

–Capitán, es hora de salir –interrumpió Henry

–Vamos a machar a esos mortales

Ante tal declaración, Sabrina sintió verdadero pavor. Pavor porque sentía que decían la verdad y que iban a hacer todo lo posible para lograr mandarlos al hospital

Sonó el pitido que daba comienzo al partido, sacando Axel y Kevin de centro. Pero en seguida Byron chasqueó los dedos y Sabrina vio, con asombro, como los dos delanteros del Raimon se paralizaron. Ni siquiera vio a Byron detrás de ellos. En seguida, emergió un tornado que los lanzó por los aires

–La Hora Celestial –murmuró asombrada

Vio caer a Axel de mala manera e hizo una mueca. Si no se había lastimado las costillas poco le habría faltado. Y Kevin... Cerró los ojos. Kevin había caído de culo. Podría haberse roto algo. Ambos podrían tener roto algún hueso. Una caída y desde tanta altura... Nadie podría salir indemne de algo así

Byron, consciente de que todo estaba siendo muy fácil, siguió caminando –porque no corría, caminaba– hasta llegar a Jude y Erick

–Hora Celestial

En un chasqueo de dedos, los dos centrocampistas salieron volando por los aires. E hizo lo mismo con unos asustados Bobby y Jack.

–Es normal que tengas miedo ante algo tan superior a ti –les había dicho a estos últimos antes de crear ese tornado

–Pero, ¿quién narices se cree? –Murmuró furiosa

–Es un Dios, es normal que su poder sea tan grande –comentó un chico que estaba a su lado en el banquillo

–Pero no es justo lo que hace

El chico la miró con el ceño fruncido ante tal réplica.

–¿Qué clase de gerente eres tú?

–¿Perdón?

–¿Que qué clase de gerente eres tú? Eres muy opuesta a lo que somos nosotros, a lo que nos ha enseñado el entrenador. ¿De verdad que te ha enviado él?

Tragó saliva, nerviosa. La había cagado hasta el fondo. El detective Smith empezó a gritarle que saliera del atolladero donde se había metido ella solita, pero no sabía cómo. Lo cierto es que se había dejado llevar demasiado por sus sentimientos y se había olvidado que tenía que fingir que era una gerente seria y fría, acorde a los ideales de Ray Dark

–Puedes preguntarle a él mismo, si quieres –ver la cara de terror que puso la hizo sonreír internamente. Se le acababa de ocurrir una salida

–N... no

–Pero que opine que acabar así con el equipo, sin tan siquiera correr un poco, no quiere decir que vaya contra vosotros –"Mentira, Sabrina, es justo eso"–. Solo digo que eso no es el verdadera fútbol –"Lo estás empeorando"–. ¿Qué gracia tendría ganar un partido así?

Otro mundo [IE] ✔️Where stories live. Discover now