Capitulo 95

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Cuando Su She entró en el comedor, Wei Wuxian, que ya estaba sentado de rodillas, se quedó completamente inmóvil, lamentando no haber actuado más rápido. Ahora Jiang Yanli tendría que quedarse aquí y presenciar su castigo. Se suponía que se reuniría con Su She solo después del desayuno, pero aparentemente sus maestros tenían otra opinión al respecto. ¿Ya había hecho algo que los disgustó tanto desde que se despertó?

¿Fue porque casi había herido a Lan Wangji mientras se interponía en su camino antes? ¿O porque no se inclinó cortésmente inmediatamente después de entrar al comedor? Pensó que estaría bien y Lan Wangji estaría complacido de no inclinarse ya que le recordó que no lo hiciera una y otra vez. Wei Wuxian estaba realmente confundido.

Y entonces comenzó la discusión. Wei Wuxian trató de encerrarse por completo, como siempre hacía cuando los Jiangs se gritaban el uno al otro por su culpa. No tenía que escuchar de qué estaban hablando Lan Qiren y Su She, lo sabía incluso sin escuchar sus voces enojadas. Discutían por él y por el castigo demasiado indulgente. Esperaría hasta que decidieran qué hacer con él, le dirían al final.

Miró a Jiang Yanli, todavía sintiéndose culpable por no poder sacarla de la habitación a tiempo, ahora ella tendría que ver y escuchar todo y estaría triste. Esperaba que ella se quedara al margen, con la cabeza gacha y tratando de no llorar. Como siempre hacía en Lotus Pier.

Sin embargo, se sorprendió al verla mirar con enojo a Su She, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas, la mirada que le estaba dando a su amo inflexible y determinada. De repente, su mano voló a su boca para cubrirla. Ella parecía rebelde ahora y dio un paso en la dirección de Su She. Esto llamó la atención de Wei Wuxian y de hecho comenzó a escuchar la conversación a gritos.

"... ¿por qué no me dejas mostrarle su lugar?"

El corazón de Wei Wuxian se hundió; Entonces, ¿esto fue lo que hizo que Jiang Yanli se pusiera tan nerviosa, lista para entrar en acción? Estaba feliz de que ella estuviera dispuesta a defenderlo, pero al mismo tiempo no quería que ella lo hiciera. Sabía que cada vez que intentaba hablar por él, Madame Yu la castigaría y la confiaría en su habitación. Aunque Madame Yu no estaba aquí, había otros que podían decírselo.

Afortunadamente, no tuvo que hacer nada para llamar la atención, ya que Lan Xichen parecía dispuesto a ayudar. Agarró suavemente el codo de Jiang Yanli y cuando ella se volvió para mirarlo, él negó con la cabeza. Jiang Yanli asintió y se retiró, solo continuó mirando la discusión frente a ellos.

Las siguientes palabras que dijo Su She hicieron que Wei Wuxian se encogiera aún más y lo hiciera llorar: "Si asigna a Wei Wuxian como mi sirviente personal, le aseguro que le enseñaré cómo comportarse correctamente y no avergonzar a sus amos".

Debería haber esperado que las cosas fueran demasiado buenas para ser verdad hasta ahora. No hizo nada como compañero de Lan Wangi y Su She lo sabía, seguramente por eso estaba sugiriendo que Wei Wuxian se convirtiera en su sirviente personal.

Wei Wuxian se estremeció, aunque sabía que esto era mucho lo que debería haber esperado, todavía estaba conmocionado. Su She seguramente sería un mejor maestro de lo que había sido Wen Chao, pero Wei Wuxian no pudo evitar estar arrepentido. Su She era un maestro estricto y, a veces, irracional, nunca pudo entender lo que quería y lo que haría a continuación. Sería difícil servir solo a él; tendría que estar constantemente en alerta máxima para no cometer ningún error.

En el poco tiempo que había estado en la Mansión Cloud Recesses, ya se había acostumbrado a poder relajarse de vez en cuando. Ya estaba extrañando este pequeño pedazo de cielo que Lan Wangji había significado para él. Ahora, ya no podría pasar más tiempo con su amable y benevolente maestro. Estaría atado al lado de Su She hasta que lo enviaran de regreso a la Lotus Pier. No habría más momentos felices y pacíficos al compartir comidas o caminar.

Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos cerrados. No quería esto. Sabía que no debía pensar de esa manera, debía obedecer las órdenes que le habían dado y no cuestionarlas ni negarse a seguirlas. Pero no pudo evitarlo. Ahora que se enteró de que había más personas en este mundo además de Jiang Yanli que lo tratarían solo con amabilidad, no quería ir a servir a alguien que sabía que lo trataría con dureza.

Esta línea de pensamientos era completamente inaceptable y Wei Wuxian estaba horrorizado de que incluso hubiera comenzado a caminar por este camino; debería haber aceptado en silencio la decisión de su maestro, no pensar tanto en ello que comenzaría a sentirse mal. Al final, todavía no tendría voz en el asunto, solo se estaba atormentando con posibilidades y esperanzas que eran completamente irreales y que lo lastimarían en el proceso.

Debería dejar de pensar de esta manera inmediatamente. No tenía derecho a querer nada, solo tenía que seguir el orden, no pensar por sí mismo.

Sabiendo que no se le daría más tiempo con Lan Wangji después de que esta conversación terminara y que tendría que venir con Su She, se sintió abrumado por un repentino impulso de al menos decir adiós a su último maestro. También deseaba agradecerle de alguna manera por toda su amabilidad y el bien que le mostró.

No se atrevió a levantar la cabeza y mirarlo, seguramente enfurecería a sus amos; bueno, tal vez no el propio Lan Wangji, pero seguro Su She. Lo único para lo que tuvo coraje fue mirar el dobladillo de la túnica de su maestro y expresar en silencio sus mejores deseos sin que nadie más se diera cuenta de que lo estaba haciendo.

Sin embargo, cuando levantó los ojos, se sintió alarmado y horrorizado de inmediato. Ni siquiera se dio cuenta de que sus manos se movían por sí mismas, ya que ahora estaba agarrando con fuerza la ropa de Lan Wangji en sus puños. Se congeló por una fracción de segundo, tratando de entender cómo pudo haber sucedido esto y por qué inconscientemente extendió sus manos. A él le entró el pánico.

¿No sonreirás para mí? (Пσ sιяνιєη∂σ мαs) ʟɪʙʀᴏ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora