SAS4 Zombie Assault: Mercenario Interdimensional

Capítulo 80: Realización desesperada

El viaje transcurrió prácticamente sin incidentes. No es algo malo por decirlo así. Pero tampoco divertido. Pero tuvo que hacerlo porque el riesgo de pelear con personas a bordo es muy peligroso, especialmente cuando Siren es un tirador muy preciso como se esperaba, ya que está controlado por IA. Entonces, Adam había estado dirigiendo el rumbo para evadir la mayoría de las emboscadas y encuentros. La Sirena tuvo que enviar más flotas de portaaviones para localizarlos y capturarlos. Pero algunos habían sido derribados misteriosamente por rayos y ráfagas de misiles que surgieron de la nada.

De todos modos, dos días y medio después. La flota llegó cerca del gigantesco árbol que flota sobre el agua y de gruesas raíces que se anclaban en el fondo del mar.

Mirar las imágenes de observación realmente no le hace justicia al árbol porque su raíz principal es lo suficientemente grande como para hacer que un Goliat Grimm parezca una hormiga en comparación. ¿El baúl? Es tan grande que ni siquiera sabía con qué compararlo.

La copa del árbol es casi tres veces más ancha que la ciudad flotante de Atlas según sus cálculos y es jodidamente enorme, con enredaderas engañosamente pequeñas que cuelgan de sus ramas y que en realidad probablemente son tan anchas como una casa que había visto capaz de atacar con azotes como látigo.

Durante su llegada, el árbol parece arrugado y menos saludable después de su lucha con la Sombra del Leviatán. Sin embargo, ahora mismo. Adam puede ver claramente que se ha recuperado y las hojas amarillentas se vuelven verdes nuevamente.

El barco se acerca lentamente al árbol gigantesco y se detiene a unos cientos de metros de distancia cuando Adam puede sentir una energía creciente que irradia del árbol junto con las emociones de sus residentes que no son exactamente bienvenidas.

"¿Porque te detuviste?" Alan preguntó cuando notó que el barco se detuvo y no se había movido durante unos minutos.

Adam se gira para mirar al diplomático por un momento antes de abrir la palma de su mano derecha, que proyecta una pantalla holográfica que muestra una imagen ampliada de los visitantes en el árbol con armas en la mano, lo que indica que no están exactamente abiertos a una visita. Sin embargo, Alan y su guardaespaldas están más sorprendidos por la pantalla del holograma que por lo que muestra.

"Están cautelosos y envían intenciones hostiles. Apuesto a que si nos acercamos más, podrían comenzar a atacarnos". Adam dijo lo que los hizo palidecer ya que también habían visto el árbol en acción y cómo repelía al dragón sombrío.

"Pero... necesitamos establecer contacto con ellos. Debemos determinar sus intenciones y hostilidad. No es sólo una cuestión de nuestra seguridad nacional, sino que involucra al mundo entero". Alan, el diplomático, insistió con severidad y le recordó a Adam su deber y papel en esta misión.

Adam no se ofende por la palabra de Alan, aunque sus marineros no son los mismos que él. A sus ojos, Adam está tratando de ser cauteloso, pero las palabras de Alan dicen que Adam debería hacer sacrificios porque es su trabajo y es para el beneficio del mundo y su gente. Es comprensible que las muchachas del barco en las que se ganó su confianza se enfaden. Más aún cuando es él quien debe hacer los sacrificios y no quien habla. Sin embargo, el propio Adam siente interés y curiosidad por los Elfos. Tenía la intención de establecer contacto de todos modos y aprender sobre ellos incluso si el gobierno no se lo dijera.

Cuando vio a New Jersey, que normalmente luce alegre y feliz, de repente parecía como si estuviera a punto de arrancar el alma de Alan de su cuerpo mortal, tuvo que intervenir.

"Tranquilo, Nueva Jersey. Tiene razón. Es mi trabajo llevarlos de manera segura allí para que conozcan a estos visitantes de otro mundo". Dijo con una palmadita en la cabeza que fácilmente redujo su hostilidad a cero y la suavizó.