— por lo que veo no soy la única que llega tarde — le dije a los chicos.
Sebastián como todos los años se sentó junto a mi, mientras que detrás de nosotros Daniela se sentaba con Natalia a la cual acababa de ver.
— ¡Jesús nati! no te había visto— me paré de mi puesto y por encima de su mesa la abracé.
— tranquila aceptaré la escusa de que llegaste tarde- me sonrió felizmente cuando nos apartamos.Pasamos un buen rato hablando de lo que hicimos en el verano. Nos reímos a carcajadas de las anécdotas que nos contaba Sebastián. Siempre tenía una historia para contar. Por decirlo de alguna forma el era quien le daba el toque especial a nuestra amistad.
Luego de que Sebastián terminara de contarnos todo lo que le ocurrió en el verano nos quedamos en silencio. Extrañamente no teníamos mucho que decirnos, y eso que no nos habíamos visto durante dos meses.
Yo estaba aburrida, horriblemente cansada, y el fastidio comenzaba a ocupar gran parte de mi cuerpo.- y ese profesor no piensa llegar ¿o qué? -pregunté mirando hacia la puerta. Los chicos sólo se encogieron de hombros. - ¿saben? Por mi que ni llegué así puedo dormir un poco.
- no dormiste lo suficiente anoche - dijo seba en un tono que era más de afirmación que de pregunta.
- claro que no ¿o por qué crees tu que me quedé dormida? - sin esperar respuesta me eché sobre la mesa y de un momento para otro se me apagó la película.-¡ey! Despierta - escuchaba que me decía una voz a lo lejos- vamos despierta - ahora unas manos me sarandeaban.
-¡sueltame!- gruñi. De nuevo unas manos se posaron sobre mi. Pero estas estaban frías, y tocaban más tímidamente uno de mis hombros. -me puedes dejar dormir ¡por favor!.
- disculpe que la moleste señorita, pero este no es lugar para dormir.- ¿señorita? ¿pero que m...? Este no puede ser Sebastián, el esta del lado izquierdo y esa voz viene de.....¡oh por Dios!.Lentamente me incorpore en el asiento, y casi a rastras levante la mirada. Comencé por los pies. -lindos zapatos- pensé. Seguí subiendo. Llevaba puesto un pantalón blanco. Subí un poco más y -¡wow! que viejo bien vestido - dije mentalmente. Llevaba una chaqueta en un tono gris brillante. Debajo una camisa blanca que se le notaba bastante ceñida al cuerpo, y una corbata gris con líneas blancas y negras. Pase la lengua por mis labios nerviosa.
-¿señorita esta bien?- pregunto el profesor. Me quedé en estado de shock al verlo al rostro.
-¡mierda!- murmure luego de unos segundos. El profesor me miraba preocupado. No se si fue ilusión mia o mis ojos se desorbitaron. Ese hombre era ¡hermoso!.
- disculpe ¿ qué dijo?- su pregunta me hizo salir del trance.
- oh nada nada- dije rápidamente.
- bien, espero ahora no se quede dormida de nuevo.- me miro fríamente, dio media vuelta y se fue.Me quedé sin habla luego de eso. ¿En qué minuto había llegado ese pedazo de hombre a nuestro salón?.
-¿estas bien?- pregunto Sebastián a mi lado.
- si - lo mire con el entrecejo fruncido.Pasé todo el resto de la clase mirando al profesor. Repasando cada parte visible de el y haciendo una nota mental.
Era un hombre altom de unos brazos grandes y una espalda amplia. Sus ojos eran de un color gris y en el centro tenían un poco de verde. De eso me fijé cuando el estaba parado a mi lado. Tenía el cabello castaño oscuro, liso y peinado levemente hacia atras. Su piel trigueña le daba un toque exótico a su rostro, el cual era semicuadrado con una barbilla imponente. Tenía un poco de barva la cual le daba ese toque desaliñado, sus labios eran pequeños, en forma de Eme, carnosos y rosados. Y ¡bendito sea el cielo! Tenía un tracero como los dioses.
En definitiva ese pantalón hacia maravillas con esa maravilla.Era un hombre bastante guapo; pero con un carácter de mierda.
Tenía esa expresión en su rostro como diciendo "nadie está a mi nivel".
Además de ser muy joven. ¿que edad tendria?. ¿24, 25? Y eso a lo mucho.
Todo el mundo dice que los profesores jóvenes son los peores; los más pesados y malos. Quizá este sea uno de ellos.
Su rostro, su mirada, la expresión y lo que transmite en ellos, dan señales de que es así.
Jamás había visto a una persona que transmitiera tanto ¿dolor? ¿enfado? No lo se. Pero el hombre con intención o quizá sin ella transmitía cierto aire misterioso. O probablemente eran solo alucinaciones mías.Me apoye en la mesa mirando hacia la nada. No se que tanto pensaba, pero lo hacía.
-ey, ¡responde!- el codo de Sebastián me hizo reaccionar.
- ¿qué paso?- lo mire asustada.
- Antonella Vásquez - llamó el profesor.
- ¿aquí?- dije aturdida. El profesor me miro y fruncio el ceño.
- al parecer aún está dormida señorita Vásquez- dicho esto miro hacia otro lado.Cinco minutos más tarde el timbre había sonado. - hasta mañana jóvenes - se despidió el profesor tomando sus cosas y caminando hacia la puerta.
Yo me levanté del asiento perezosamente- espero que mañana llegue mas despierta señorita Vázquez- dijo el profesor en un tono grave.
Lo miré confundida - ¿qué dijo? - levante ambas cejas. El profesor solamente negó con la cabeza y salió de la sala dejándome en un estado de ¿qué demonios?.
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¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)
RomanceHay cosas de las que no podemos escapar por más que lo intentemos. Cicatrices abiertas que ni el tiempo logran cerrar del todo.Personas que te atormenta hasta el punto en que se vuelven fantasmas, invadiendo tus sueños, tus recuerdos y mente. sen...