capítulo 11.

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ANTO.

Pasaron tres meses y medio desde lo de ese mensaje y lo de Brandon.
Creí que ahí terminaría todo. Pero no, la mierda nunca viene sola.
El idiota de Brandon luego de que se había cambiado de colegio decidió volver.
¡aún no lo creía!. Solo pasó una semana de que lo había visto en el centro comercial. Y a finales de marzo ya lo tenía como compañero. O sea habiendo cuatro cursos en los que el podía estar tenía que elegir precisamente el mío.
Me fastidiava tan sólo verlo.

Miller por otro lado se había estado comportando extraño éste último tiempo. Ya no me fastidiava por la música alta. Ni me regañaba en el salón.
¿se habrá molestado conmigo? Pero ¿por qué? si yo no hice nada.
Me enojaba de vez en cuando. Trataba de hablarle pero el me frenaba frunciendo el ceño y enviandome a mi puesto.
O sea ¡que mierda le pasaba!. Sólo trataba de saber si estaba bien.
Un día me mandó a la dirección únicamente porque se lo pregunté.

Ya estaba cabreada de la situación, así que cuando tuve que ir a enseñarle los ejercicios aproveché de hablarle.

- profesor Miller ¿puedo hablar con usted?
- ¿es muy urgente Vázquez? Porque ahora mismo estoy ocupado.
- ¿le pasa algo? Porque de hace ya tiempo lo noto extraño.
- mire señorita Vásquez- suspiró- lo que me pase no le incumbe a usted. Sólo es mi alumna.

Eso me hizo enfurecer. Y pues, no soy yo cuando me enfuresco.

-¿qué mierda le pasa? -vocifere.
Miller me  miro con los ojos abiertos de par en par.
-antonella- murmuró.
-¡antonella nada! ¿qué? ¿acaso quiere volver a lo mismo de a principios de año? ¡Dios santo! Sólo me interesa saber si está bien ¿se a visto la cara? ¡está horrible!
-basta...
-¡no! Por lo que veo soy la única idiota que se interesa por su estúpida salud y de si está bien. Pero usted se porta como un jodido niño malcriado. ¡maldita sea, ni se por qué me preocupa!
- ¡ya basta! -ordenó molesto. Dio un golpe a la mesa y se puso de pie. Di un brinco y retrocedi asustada. Miller tenía la mandibula tensa y la vena de su cuello amenazaba con explotar. -¡sal de la sala!
- ¡tranquilo que me iré! No me interesa  seguir viendole la cara.
- a la dirección -dijo entre dientes. Camine dando pisotadas. Todos nos miraban en silencio, sorprendidos por semejante espectáculo.
Por el rabillo del ojo vi a Brandon reír por lo bajo. De seguro se reía de mi.

-¿y tú de qué demonios te ríes pedazo de animal?- le gruñi furiosa. El levantó las manos con inocencia sin dejar de reír.- ¡te borraré esa sonrisa estúpida de la cara!- me lancé contra el. Brandon, quien se sentaba en el primer puesto de la fila de la puerta se encogió asustado.
Le di unos cuantos arañazos en la cara y tirones de pelo. Estaba por darle un puñetazo en la nariz, pero Miller me detuvo. Me rodeó con sus brazos apretandome y me apartó del estúpido.

-¡suelteme ahora!- le ordené.
-¡ya basta antonella! No se que te fumaste ¡pero basta!- sonaba realmente molesto.

Me sacó de la sala. Pataleé y el me soltó.
Estaba realmente encolerizada.
- ¡esto ya es el colmo! - gruñó. Me giré y lo miré. Tenía la frente perlada de sudor y el ceño fruncido.
-¡el colmo es su bipolaridad!
- ¡ya basta con eso! Entiende que lo que me pase no le incumbe  a nadie más que a mi.
-¡Dios! Sólo trataba de ser amable- pase las manos por mi cabeza.
- pues ya no lo seas. Ahora vamos, a la dirección.
- puedo ir sola- dije entre dientes.
- entonces ve. - puso los brazos cruzados por sobre su pecho.

Después de eso no le volví a dirigir la palabra.
Por culpa de él me habían suspendido por dos días. Mis padres me echaron el mundo encima por eso.
Y lo que era obvio. Miller nuevamente me desagradaba.

-anto ¿cómo estás para las vacaciones de invierno?- pregunto dani mientras caminábamos al autobús.
- pesimo- solté un suspiro- mis padres me castigaron por lo de la suspensión.
- es ¿en serio?
-si. No podré salir a ningún lado.
- ¿y qué pasará con nuestro viaje a la nieve?
- no podré dani, lo lamento mucho- y de verdad lo sentía. Habíamos planeado todo el semestre  ese viaje a la cordillera.
-¡todo por culpa de Brandon! - gruño furiosa.-¿y pasarás las vacaciones con tus padres?
- tampoco, ellos viajarán al sur donde mis abuelos ¿me puedes creer que no los podré ver? Otra vez.
- ¿entonces estarás sola en tu casa?
-si.
-¡que injusticia!
-ya lo creo.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu