¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)

capítulo 12.

ANTO.

Mi mamá no podía ser tan exagerada. O sea ¿qué se le pasa por la cabeza a esa mujer?.
Me era difícil creer su falta de madurez.

Cuando entró a la casa luego de hablar con Miller me llevó de un brazo hasta la cocina.

-¿qué hacías ahí fuera con Lucas?- susurró.
- nada, sólo hablabamos- enarque las cejas.
-¿estás segura?
-¡si mamá!- mi papá asomó la cabeza a la cocina.
-¿pasa algo?- preguntó cuidadosamente.
-¡NO!- respondimos mamá y yo al mismo tiempo. Papá nos miró  asustado y se fue.
-¿te fijaste como iba vestido? - susurró nuevamente, esta vez más molesta que antes.
Me miró de pies a cabeza y su cara realmente fue de espanto al verme.- ¡antonella ¿te diste cuenta como estás vestida tú?!
Me quedé callada. Había olvidado que Miller no llevaba una polera puesta. Y ¡mierda! Aún peor olvide como iba vestida yo.
-¡estas mostrando todo y el por otro lado!
-¡te pasas de exagerada! Y mamá ¿tú te fijaste que estaba boxeando con un saco que tiene colgado de un árbol?- traté de hacerle el quite a su pregunta con otra.
- antonella....
-mamá....
-¡por favor antonella, Si tienes algo que ver con el vecino dímelo ya!- vocifero.
-¡no me puedes estar diciendo eso! ¡¿cómo se te ocurre?! O sea ¡lo único que tenemos que ver nosotros dos es que el es MI PROFESOR y yo SU ALUMNA!.
- pero recuerda que el es un hombre...
- si, y yo una mujer ¿y eso qué?- rode los ojos.
- no me vengas con eso mira que....-trató de amenazarme pero la detuve.
-mira nada, el es mi profesor, yo su alumna. ¡punto final!- caminé hacia las escaleras.
-¡antonella! -gritó mamá. No me giré.- ¡a mi no me quieras ver la cara de idiota!.
-¡tu te la estas viendo sola! -de inmediato me arrepentí de lo que acababa de decir. Mamá camino hacia mi echa una furia y con mucha fuerza estampó una mano en mi mejilla. La miré perpleja.
-¡vete a la mierda Rebeca Johnson! - le escupi furiosa, y corrí hacia mi cuarto.
- ¡olvídate de tener vacaciones! - vocifero- ¡y vete olvidando de salir con tus amigos!.
-¡pudrete!- le grité y cerré la puerta de un golpe. Me ardía la sangre de la rabia. Jamás había tratado a mi mamá de esa forma. Pero por el momento no me sentía culpable.

Y Miller por otra parte dejaba el caos en mi casa y sin más se iba de fiesta con sus amigos.
¡IDIOTA! ¡MIL VECES IDIOTA!.-pensé ofuscada.

Me metí al baño. Decidí darme una larga ducha con agua fría.
Necesitaba calmar el mal humor.
Salí dos horas más tarde del baño. Con el cuerpo e incluso el alma congelados.
Me puse la polera de pijama y peine mi cabello mojado.
Busqué mi móvil. Luego recordé que lo había dejado en el living. Baje silenciosamente a buscarlo. Mis padres ya se habían ido a dormir.
Lo encontré tirado arriba del sillón, lo tome y subí a mi cuarto.

Vi la hora al prenderlo. 2:15 a.m. ¿cómo pasó tan rápido la hora?. Lo puse a cargar junto a la computadora y me fui a la cama.
Cuando cerré los ojos para dormir escuché un fuerte golpe proveniente de la casa de en frente. Del cuarto de Miller.
Me enderece rápidamente. Sin prender la luz fui hasta la ventana.
-¿profesor?-susurre. Nadie respondió.
Otro fuerte golpe se escuchó. Di un brinco. Parecía como si estuvieran tirando todo al suelo. ¿será que son ladrones?.
Me alarme de inmediato.

-¿qué hago?- chille en voz baja.
Busqué en toda mi habitación. En un rincón al lado del armario tenía un bat de béisbol que me había regalado el hijo mayor del jefe de mi papá cuando era pequeña.
Lo tomé. Respire ondo y salí por la ventana.
Crucé a través del árbol hasta el cuarto de Miller. Mire hacia adentro con mucha cautela por si realmente eran ladrones los que habían.
Entré con mucho cuidado. Cuándo me baje del escritorio tuve que tragarme un quejido, habia pisado un pedazo de vidrio.
Prendí la luz de la lámpara, inspeccione toda la habitación, estaba echa un desastre. Todo tirado, la cama totalmente desordenada. El espejo del baño había terminado destrozado bajo el escritorio. Seguramente eso fue lo que pise.