capítulo 56.

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LUCAS.

- ¿qué te dijo? - comencé a caminar de un lado para otro.
- prefiero hablarlo en persona - dijo Rafael.
- ¿por qué?. ¡Demonios, sólo dilo! - brame.
- no es algo sencillo, y mucho menos que se pueda hablar por teléfono.
- juntemonos entonces. ¿Dónde te veo?.
- ahora no puedo.
- ¡mierda, Rafael!.
- calmate. Te veo hoy a las diez en Bullets Of San. Prometo contarte todo. Pero Lucas no será sencillo. - cortó la llamada.
Sentí un fuerte deseo de lanzar el teléfono al mismísimo infierno y gritar. Por qué no simplemente me lo decía. ¿Qué podía ser tan difícil de contar?.
Caminé de un lado para otro sintiendo la desesperación recorrer mis venas. Odiaba quedar así, con la duda y preocupación a flor de piel. Necesitaba saberlo todo lo antes posible. Ya no sabría si podría seguir con eso. Aguantando más.

- ¿qué te ocurre? - Ricky me observó desde la puerta. Llevaba una cerveza en cada mano.
- ¿no tienes algo más fuerte? - pregunté mirando las latas.
- creo que hay algo guardado por ahí - dijo encogiendose de hombros.
- bien - caminé hacia él con la intención de entrar en la casa, pero interponiendose me obstruyo el paso.
- no tomaras nada sin antes decirme qué mierda es lo que te
pasa - soltó con firmeza - estás más exaltado de lo que llegaste.
- me acaba de llamar Rafael.
- ¿y? ¿alguna novedad?.
- le contó todo. - remoje mis labios - Ricky, Antonella ya le contó a Rafael lo que le ocurrió.
- mierda ¿y qué fue?.
- no me quiso decir - mascullé - el muy hijo de...- apreté los labios y respire profundo por la nariz - quedó de contarme todo hoy en la noche.
- ¿y eso? - Ricky fruncio el ceño.
- dijo que era un tema muy delicado para hablarlo por teléfono.
- mierda... En ese caso déjame buscar esa botella.
Entró rápidamente en la casa. Dejó las cervezas sobre la mesa de centro y fue a la cocina. De la alacena, escondida tras unos frascos de algo que no supe que era sacó una botella de vodka.
- ¿servirá esto? - dijo enseñandomela.
- claro, traela.
Me dejé caer sobre el sofá de cuero, repose la cabeza hacia atrás y concentre mi vista en el techo.
Por un lado sentía un alivio al pensar que la verdad ya estaba a tan sólo unas horas de distancia de mi. Pero por otro lado sentía una especie de temor al no saber lo que estaría por escuchar.
- ten - Ricky me alargó un pequeño vaso con líquido
transparente - tomatelo de un viaje.
Eso hice. Sin titubear deje caer el licor en mi boca. Se deslizó por mi garganta quemando todo a su paso. Hice una mueca al sentir como ardía.
- otro - dije alargando el vaso de regreso a Ricky.
- eh, calmate - vertió otro poco de vodka - no queremos que te emborraches.
- tranquilo, estaré sobrio para escuchar lo que Rafael me diga.
- a este paso lo dudo.
- ¿cuándo me he emborrachado con dos insignificantes vasos de vodka? - vacié de un trago el vaso.
- por algo lo digo - se sirvió un poco - no queremos que ésta sea la primera vez.
- tranquilo, quiero estar en mis cinco sentidos.
- Lucas - dijo Ricky tomando de un trago el licor. Hizo una mueca al sentir como bajaba quemando su garganta - ¿qué crees que te dirá?.
- no quiero pensar en eso.
- ¿pero te haces una idea?.
- me hago miles, y ninguna me consuela.
- entonces sólo habrá que esperar.
- exacto.
- ¿dónde has quedado de verlo?.
- en Bullets Of San a las diez.
- iré contigo.
- no es necesario - me serví otro trago.
- ¿te lo pregunté acaso?.
- Ricky...
- viejo, ambos sabemos que las probabilidades de que sea una mala noticia son de un noventa y nueve porciento. Y las probabilidades de que te vuelvas loco son de un cien. Así que iré contigo.
- espero te equivoques.
- yo espero lo mismo.

Pasé el resto de tarde en su departamento. Dejé de beber ya que quería estar sobrio. Pretendi dormir para así acortar más las horas. Fue una idea tonta. De tanto pensar no podía pegar pestaña alguna.

Continuaba recostado en el sofá. Con los ojos cerrados. Ricky por su parte daba vueltas por el departamento. Ordenando y buscando cosas.
En eso dejé de escuchar sus pasos. Abrí un ojo para ver dónde se había detenido. Ya no estaba en la sala. Oí su voz provenir de su habitación.  Me puse de pie y caminé silenciosamente hasta que llegué a la puerta de su cuarto. Acerqué la oreja para escuchar lo que decía.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now