capítulo 43.

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LUCAS.

-vamos viejo, debes relajarte.
- por favor Ricky, ¿cómo pretendes que esté calmado?.
-quizá sólo son ideas tuyas.
-¿ideas mías? - me paré de la escalera, y bajé unos cuantos peldaños. Estábamos sentados a la entrada del edificio donde vivía Ricky. Había ido con él luego de salir de casa de Antonella. Necesitaba a alguien con quien hablar. Había quedado muy aturdido y nervioso con toda la conversación que tuve con ella. Mi mente no dejaba de llevarme hasta esos momentos en los que ella se derrumbó. Sabía que algo había detrás de todo eso. Algo que ella no quería contar. Y yo, endemoniadamente, quería saber que era. Necesitaba saberlo para ayudarla. Para ver si podía hacer algo que la ayudase a estar mejor.
- ¿cómo puedes estar tan seguro de que oculta algo? - Ricky también se puso de pie y me siguió.
- porque la conozco. Y más que eso. Lo siento. Siento que algo la asfixia. Que algo no la deja estar bien. ¿Logras imaginar como me siento con todo eso?. Ricky. No puedo hacer nada para ayudarla.
- bien. Te entiendo. Pero también debes entender tú que hay cosas que no puedes manejar. Si no te lo ha dicho sus razones debe tener.
- no me estás ayudando - le solté.
- viejo, quiero que entres en razón. Dime tu ¿qué cosa le pudo haber pasado? ¿qué imaginas?.
- ese es el tema. No quiero imaginar nada porque terminaré enloqueciendo.
- te lo pregunto una vez más. ¿Qué cosa crees tú que le pudo haber pasado?.- miré a Ricky.  Sabía perfectamente a donde quería llegar con esa pregunta. Pero no dejaría que se metiera en mi mente.
- quizá no fue buena idea venir.- dije molesto.
- te molestas porque sabes a donde quiero llegar. Lucas, amigo. Piensa un poco. ¿Quién podría querer hacerle daño?. Antonella es una buena chica, qué razón habría para lastimar...- Ricky enmudeció. Su rostro cambió drásticamente, reflejando duda.- ¿Lucas? - habló de repente.
- ¿qué?.
- ¿no creerás que...?
-¿qué cosa? ¡habla de una vez!.
- ¿no has pensado en la posibilidad de que John esté involucrado?.- frunci el entrecejo y pose mi vista en Ricky.
- ¿qué dices? - pregunté lentamente.
- no lo sé. Es cuestión de que pienses un poco.
- ¿tu crees que él sería capaz de acercarsele nuevamente?.
- lo dudo un poco, recordando la paliza que le diste.- se encogió de hombros- pero podría ser una opción.
- mierda.- relami mis labios. Claramente John era una opción. Con lo repulsivo y mente retorcida que era, perfectamente podría haberle hecho algo a Antonella con la única intención, y sabiendo, que eso me haría daño.- lo mataré.- le dije a Ricky.
- ¿qué? ¡no, no seas cabeza de palo! - bramó él.- ¡es una suposición!, y pues, ni por más hijo de puta que él sea, no puedes solamente ir y partirle su madre. ¡sabes lo que eso significaría!.
- ¡me importa un cuerno! - vociferé- ¡si ese hijo de la mala madre le tocó siquiera un pelo a Antonella le cortaré más que las malditas manos!.
- ¡no seas enfermo!.- dijo Ricky poniendo cara de espanto y cubriendo su entrepierna.
- ¡deja de chillar! ¡los dos sabemos que tu harías lo mismo por Daniela! - le lancé. Ricky quedó mudo con mi comentario. Y luego ladeando un poco la cabeza alzó ambas cejas y asintió.
- de hecho si. Le partiría el osico. Pero no lo caparia. ¡Lucas eso es asqueroso!.
- ¡al demonio si es asqueroso! No me importaría. Sería capaz de hacer eso y mucho más si él u otro hijo de puta se atrevió a tocarle siquiera la punta de un dedo.- masculle.
- bien, bien, calmemonos. John es sólo una suposición, y la verdad dudo mucho que él haya tenido algo que ver. Es imbécil, pero no un completo burro. Después de la golpiza que le diste no creo que haya quedado con ganas de más.
- ¿entonces quién?.- alce un poco los brazos.
- no lo sé.  Pero si sé de alguien que nos puede ayudar a averiguarlo.
- ¿quién?.

Eran pasadas las diez de la noche y nosotros estábamos estacionados fuera de la casa de Daniela. Ricky me había convencido de que ella podía saber algo y que de buenas a primeras nos contaría.
- sólo serán un par de minutos - Ricky llevaba más de cinco minutos implorandole a Daniela que saliera a hablar con nosotros. Resultaba cómico verlo.
- ¿te das cuenta la hora que es?. Ricardo, no sé qué ideas se te pasan por la cabeza.- alce ambas cejas al escuchar lo molesta que estaba Daniela. Nadie, antes que ella, había llamado a Ricky por su nombre real. Todos siempre nos dirigiamos a él por su abreviación.
- si, si sé la hora que es. Pero de verdad necesitamos tu ayuda.
- ¿qué royo se traen ustedes dos?.- Daniela alternó la vista entre Ricky y yo.
- por favor - le suplicó mi amigo.
- ¡está bien! - susurró molesta. Salió de la casa envuelta en una chaqueta larga, y haciendo sonar las pantuflas en el cemento caminó hacia mi. Ricky la siguió por detrás sonriendo triunfante.
-bien ¿qué es lo que quieren? - inquirió Daniela plantandose intimidante frente a mi.
- necesito que me respondas algo.- le dije.
- ¿qué cosa?.
- ¿tu sabes lo que le ocurre a Antonella?- le pregunté directamente.
- ¿a qué se refiere? - Daniela se cruzó de brazos.
- creo que sabes a qué me refiero.
- ¿la verdad? No, no lo sé. Sea más claro por favor.
- quiero saber qué le ocurrió a Antonella. Quiero saber por qué demonios trató de matarse. Eso quiero saber.
- ¿qué dice? - los ojos de Daniela se desencajaron.
- lo que escuchaste.
- yo no sabía que ella había tratado de hacer eso.
- estoy seguro de que sí lo sabías. Y puedo estar igual de seguro de que también sabes por qué trato de hacerlo.
- no...No se de qué habla - el titubeo en sus palabras la delataron. Miró nerviosa hacia otro lado.
- Daniela - tomé sus hombros - por favor, te pido que me digas qué  fue lo que le ocurrió.
- no lo sé.
- escuchame - le pedí.- ella hoy se descompensó. Sufrió una crisis de pánico, y el doctor que la atendió nos dió a entender que posiblemente algo le había ocurrido y que por esa razón le había dado esa crisis.
- ¿qué?. Dios mío. Por favor dígame que ella está bien.- me miró angustiada.
- lo está.
- gracias a Dios- suspiró.
- si. Pero si queremos que eso ya no vuelva a ocurrirle debes decirme lo que sepas.
- yo no sé  nada.- dijo tranquilamente- de seguro todo lo que pasó hoy le afectó.
- eso pensé yo en un principio, y eso me dijo ella. Pero la verdad, no sé si creerlo del todo.
- crealo. Ella me cuenta todo, y pues...jamás me ha hablado de alguna cosa que le pasó y que ahora justifique esa crisis.
- ¿me lo prometes?.
- si...
- pero prometelo de verdad - intervino Ricky, quien hasta el momento se había mantenido al margen.
- ¡ya lo prometí! Baboso - le gruñó Daniela. Asentí con la cabeza y aparté mis manos de sus hombros.
- te creeré. - le dije.
- bien. Si eso es todo...
- si, gracias.
- de nada.- se despidió de nosotros con un movimiento de cabeza.- mañana hablaremos nosotros dos.- le dijo a ricky una vez que pasó por su lado.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now