capítulo 8

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ANTO.

Había terminado recién de cepillarme los dientes. Ya estaba vestida para ir al colegio. Me di un último vistazo en el espejo y salí del baño.Di un brinco de la sorpresa.
El profesor Lucas estaba sentado a los pies de la cama. Cuando me vio se puso de pié.
Caminé lentamente hacia él. Esbozó una sonrisa al ver mi ceño fruncido.
-ya estás lista para el colegio- dijo nervioso.
-¿qué hace aquí?- pregunté casi en un susurro. El me miró directamente a los ojos.
-pues, el otro día no tuve tiempo de agradecer todo lo que hiciste por mi.
-¿y no podía hacerlo en el colegio? - me acerqué a la cama para tomar mi mochila que se encontraba sobre ella.
-quería hacerlo de forma más personal- rasco su cuello. Me agache frente a la cama y guarde los cuadernos.
- pero no tenía por qué entrar así a mi cuarto- lo regañe.
-tu hiciste lo mismo- se burló. Me enderece rápidamente y lo mire.
- pero yo lo hice por un caso puntual- dije con firmeza.
-yo también- se encogió de hombros.
- ¿cual? ¿darme las gracias? - puse ambas manos sobre mis caderas, en posición de jarra.- bien, ya lo hizo.- baje las manos. Tomé la mochila y me la puse en un hombro.- si me disculpa, ahora debo irme.- trate de ir hacia la puerta pero Miller se paró frente a mi obstruyendome el paso.
- aún no te doy las gracias - cruzó los brazos sobre su pecho.
-¿cómo qué no? -alce una ceja- ya me dijo gracias.
- si, pero no de la forma en la que yo queria- sonrio de soslayo. Lo mire con ambas cejas alzadas sin poder entender a que se refería.
-¿y entonces?- pregunté incrédula. Miller bajo los brazos y lentamente se acercó aún más a mi. Con una mano acarició mi mejilla de una forma tan suave que me estremeci. Me quede estática con su repentina cercanía.
-te saldrán arrugas si sigues frunciendo el ceño de esa forma- dijo divertido. No podía dejar de mirarlo a los ojos.
-de...debo irme- tartamudeé.
-no sin antes mostrarte lo agradecido que estoy.-susurro.
-no es necesario - estaba casi sin voz. No fui capas de seguir sosteniendole la mirada. Baje la cabeza. El corazón estaba a punto de reventar mi pecho y salir disparado.
-si lo es- sonrió. Lentamente posó su otra mano sobre mi mejilla libre. Con delicadeza levanto mi rostro he hizo que lo mirará.
-antonella- dijo con suavidad. Se agachó hasta que nuestros rostros quedaron tan cerca que podía sentir su respiración sobre mis labios. Trague en seco. ¿esto era real?.
Miller pegó su frente a la mía. -¿qué me hiciste?- pregunto angustiado. Trate de responderle, el sólo sonrió al ver como movía los labios sin poder pronunciar palabra. Acaricio mi labio inferior con uno de sus pulgares.
-antonella- susurro nuevamente mi nombre. Cerré los ojos. Trate de respirar ondo. Esto no es real- repetía una y otra vez en mi mente. Estaba a punto de convencerme hasta que escuche como una pequeña risa se escapaba de los labios de Miller. Quice abrir los ojos y regañarlo pero sus labios me detuvieron. El profesor Lucas me beso de forma suave y delicada. Pase las manos por su cuello y en un débil susurro dije su nombre.
Lucas...

Abrí los ojos de golpe. Todo estaba oscuro. Mi pecho subía y bajaba de forma frenética. Toque mi cabeza, estaba sudando. Me senté en la cama y prendí la lámpara.
Suspire aliviada al confirmar que todo había sido un sueño.
Gracias al cielo...-murmure.

Tomé mi móvil, lo prendí y vi la hora 3:43 a.m.
-fabuloso- pensé.
Me levante de la cama. Ahora sentía todo el pesar de no haber comido. El estómago me retumbaba del hambre.
Salí de mi cuarto y baje las escaleras. Fui hasta la cocina a prepararme un emparedado de lo que fuera.
Puse a calentar agua para prepararme una taza de café.
Me quede mirando hacia la nada.
¿qué me hiciste? -esa pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza. Todo fue tan real que hasta podía sentir un hormigueo en los labios por aquel beso.

Estaba mal. Eso lo sabía. No podía andar soñando ese tipo de cosas con un profesor. No era correcto.
O sea no voy a mentir diciendo que yo era la "señorita correcta" pero sabía perfectamente que cosas podía y no podía hacer. Y pues besar a Miller era justo lo que encabezaba mi lista de cosas que NO podia hacer.
Lo pensé bien. ¿De poder? Podía. Pero no debía hacerlo.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now