capítulo 57.

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LUCAS.

Esa fue la chispa que faltaba para encender la bomba dentro de mi.
Mi sangre hirvio como el infierno. Mi mente se bloqueó. Toda forma racional de pensar se apagó, y un deseo de salir de allí e ir a buscar a Brandon para acabar con él creció a pasos agigantados. Ese maldito hijo de perra revivió aquel instinto asesino que había permanecido dormido en mi interior. Ese desgraciado me hizo bajar al infierno y traer de vuelta a mi otra parte. Mi demonio.

Con brutal fuerza aparté las manos de Rodrigo. Giré sobre mis talones y caminé con dirección a la puerta.
- ¿a donde vas? - Ricky se interpuso en mi camino.
- a buscar a ese hijo de perra. - mascullé.
- ¿qué piensas hacer? - inquirió preocupado. Lo miré a los ojos.
- matarlo - dije con total decisión.
- Lucas - pasé por su lado - ¡no puedes! - me tomó del brazo.
- ¡claro que puedo! - lo aparté - él se atrevió a tocarla y hacerle daño. Ahora es su turno.
- no estás pensando de forma racional. Lo mejor será denunciarlo a las autoridades.
- en éste momento la unica autoridad aquí soy yo - dije con firmeza.
- Lucas piensa bien las cosas.
- no tengo nada que pensar Ricky. Haré que ese hijo de puta pague por lo que le hizo - mascullé.
- ni siquiera sabes donde está. ¿Piensas acaso salir allí afuera y recorrer la maldita ciudad buscándolo?.
- si es necesario. Así me tarde semanas. Buscaré a ese infeliz y acabaré con él.
- no es necesario que tardes tanto - intervino Rodrigo.
Pose mi vista en él. Se encontraba apoyado contra la mesa. Su expresión era dura, casi impenetrable.
- ¿a que te refieres? - pregunté acercandome a él.
- puedo ayudarte a encontrarlo ahora mismo.
- ¿cómo?.
- Rodrigo ¿te das cuenta de lo que pretendes hacer? - inquirió Ricky.
- ¡cierra la boca Ricardo! - brame.
- ¡cierra tú la boca! - vocifero él - ¡esto es una mierda! ¡lo que pretendes hacer es una mierda!.
- ¡tú no entiendes nada!.
- ¡claro que entiendo!.
- ¡no! ¿ y quieres saber por qué? - me acerqué a él - porque tú no amas a nadie. Tú no sabes lo que es arriesgarlo todo por otra persona.
- te equivocas - replicó - sé perfectamente lo que es ser capas de darlo todo por otro. ¿cuantas veces  arriesgue mi vida por ti? ¿puedes refrescarme la memoria? - inquirió  desafiante.
- él le hizo daño - mascullé. - debe pagarlo.
- lo sé. Créeme que yo también le rompería hasta el ultimo hueso, pero debes pensar en las consecuencias que eso traería. ¡no seas idiota!.
- chicos este no es momento para que peleen - nos cortó Rodrigo. Ricky remojo sus labios y apartó la vista de mi.
Sus palabras comenzaban a calarse al interior de mi cabeza. Pero no podía permitir que me dominaran. Debía seguir con ese deseo ardiente de acabar con Brandon. Merecía sufrir.
- ¿me ayudarás? - le pregunté a Rodrigo.
- primero dime qué es lo que piensas hacer con él.
- ¿qué no es obvio?.
- ¿sabes las consecuencias que eso traeria?.
- estoy dispuesto a correr el riesgo.
- ¿y dejarla sola? - inquirió Ricky desde mi espalda. Lo miré por sobre mi hombro. Esta vez tenía total razón. Si asesinaba a Brandon pasaría el resto de mi vida en la cárcel, lo que significaría que no volvería a ver a Antonella y de seguro terminaría más lastimada.
- piensa bien en lo que harás Lucas. Ya no estás en las filas, ni en una misión de ATDE*. - Rafael se acercó al oído de Rodrigo. Éste asintió con la cabeza y soltando un suspiro dijo - Costanera Arturo Pratt. Hay una fiesta en ese lugar. Ahí encontrarás a Brandon.
- gracias - asenti una vez. Giré sobre mis talones. Miré a Ricky. La angustia traspasaba sus ojos.
- el matarlo no cambiará lo que pasó - dijo.
- pero lo compensará.
- lo único que hará es volverte un monstruo ante los ojos de Antonella.
- no sigas...- volví mis manos en puños.
- ¿acaso crees que ella te volverá a mirar de la misma forma si se entera que mataste a Brandon?.
- basta Ricardo, no quiero hacer algo de lo que me arrepienta después.
- ¿algo como qué? ¿golpearme dices tú? - se acercó a mi, abrió los brazos formando una Cruz - golpeame. Prefiero mil veces que te arrepientas de golpearme a mi, a que te lamentes por el resto de tu vida tras las rejas.
- ¡basta!.
- ¡piensa las cosas! - me tomó de los hombros - ¡por una maldita vez en la vida deja de ser un idiota y piensa en lo que harás!.
- Ricky - lo tomé del cuello de su poleron - nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión. - mascullé.
Ambos nos miramos de forma desafiante. Luego de unos segundos lo solté haciendo que retrocediera unos cuantos pasos.
Caminé hacia la puerta. Tomé la manilla y la hice girar.
- voy contigo. - dijo.
- no.
- no te lo estaba preguntando - llegó a mi lado. Tomó  la puerta y la abrió - te vigilare. - soltó para luego salir de la habitación.
- Rafael también irá con ustedes - dijo Rodrigo. Voltee hacia él.
- no es necesario.
- irá de todas formas.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now