capítulo 39.

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LUCAS.

Entre nuevamente al colegio. Valeria la portera me miró extrañada.
-profesor ¿en qué momento salió?- preguntó acercándose a mi.
-hace algunos minutos- dije pasando por su lado. No tenía intenciones de ser grosero, pero debía ir en ayuda de Antonella.
Caminé a toda prisa a través del pasillo, hasta que llegue frente al baño de profesores. Ahí se encontraba la directora Rojas junto a ella y, cómo debí imaginarlo, él idiota de Brandon.
-le acabo de hacer una pregunta Vásquez. ¿Qué hacia en el baño de profesores?.- interrogó la directora.
-ya le dije. No me sentí bien, y pues, no creí ser capaz de llegar a los baños de estudiantes.- Antonella se veía nerviosa, y su piel estaba aún pálida.
-yo la avalo en eso- intervine. La directora volteo a mirarme.
-profesor, no lo oí llegar. ¿por qué no está en el salón?.
-bajé junto a Vásquez, ya que ella me dijo que se sentía mal.
-¿y por qué no estaba aquí?- posó las manos sobre sus caderas.
-porque cuando veníamos bajando me acordé que había dejado las llaves de mi motocicleta puestas en la máquina- me saqué las llaves del bolsillo trasero del pantalón y se las enseñé- y para evitar algún problema o robo fui a buscarlas, claro que antes dejé a Vásquez en el baño. Le permití pasar a éste porque de verdad la vi mal.
-¿y entonces por qué el joven Zárate me dijo eso?- ambos volteamos a mirar a Brandon, quien se habia mantenido afirmado a la pared mirando divertido la escena.
-¿y qué fue lo que Zárate le dijo?- le pregunté a la directora. No pude evitar el gesto displicente al verlo.
-que usted había entrado al baño con la joven Vásquez- dijo la directora un tanto escandalizada por la idea.
-claro que entré con ella. Cómo le dije. La traje aquí y no la dejé hasta que estuve seguro de que se encontraría bien. Ya luego fui por las llaves.
-¿está seguro de que fue eso realmente lo que pasó?- preguntó Brandon incorporándose. Su rostro al verme denotaba a leguas el desprecio y la malicia.
-claro. Cómo no estarlo si fui yo mismo el que realizó las acciones narradas.
-ya, y cómo yo no lo vi salir del baño- alzó ambas cejas y sonrió abiertamente, mostrando casi por completo ambas hileras de dientes y muelas.
-bueno ese no es mi problema- dije con desdén- quizá sea miopía, o se deba a que pasas la mayor parte del día con la nariz clavada en el celular.
-no se las quiera sacar con esas excusa baratas- Bufó.
-¿excusas?- forme una sonrisa- ¿éste joven le explicó ya el motivo por el que lo mandé fuera del salón?- me dirigí a la directora.
-ni siquiera sabía que lo había sacado- soltó ella.
-mal hecho- negué una vez con la cabeza- saqué  al joven Zárate del salón por faltarme el respeto.
-¿qué dice?- Brandon se aproximó a mi.- eso no fue lo que pasó.
-¿a no?.-lo miré divertido.
-no. Usted me sacó de la sala únicamente porque no le agrado.
-¿eso es verdad profesor?- preguntó la directora.
-efectivamente- dije sin dudar. Por el rabillo del ojo vi a Antonella mirarme sorprendida.
-¿cómo es eso?- volvió a preguntar la mujer.
-es muy sencillo- chasqué la lengua- ¿cómo pretende usted que a mi, como docente, me agrade un chico que no respeta a quién le enseña y mucho menos a sus compañeros?.
-¿pero qué dice?- bramó Brandon.
- éste joven que usted ve aquí- lo señalé con la cabeza- demostró no estar interesado en lo más mínimo en mi clase. Y no sólo eso. Se atrevió a ningunearme e inventar cosas. Para luego finalizar hablando mal de una de sus compañeras.
-¡no distorsione las cosas!- vociferó él.
-no distorsiono nada, y para que usted señora Rojas me crea, aquí junto a nosotros está Antonella como testigo.
-¿es cierto lo que dice el profesor Miller?- le preguntó la directora a ella. Antonella alternó la mirada entre la directora, Brandon y yo, sin saber que decir. - Vásquez, responda.
-pues, supongo que él profesor Miller tiene razón- respondió dudosa.
-¿cómo que lo supone?- la mujer sonaba más irritada con cada palabra que decía.
-eso...-Antonella se encogió de hombros- es decir, yo no estaba junto a ellos cuando hablaron. Pero si oí decir a Brandon que la clase de Miller- se detuvo de golpe abriendo drásticamente los párpados, me miro de reojo.- digo...- se aclaró  la garganta- del profesor Miller no le interesaba lo más mínimo.
-ya, y supongo que también viste cuando ese profesor me iba a golpear ¿o no?- Brandon se acercó a ella. Antonella retrocedió un paso aparentemente incómoda.
-no sé  de qué hablas- evitó totalmente la mirada acusatoria de él.
-¡no te hagas!- gruñó.
-¡calmese Zárate!- la directora lo tomó de un codo y lo hizo retroceder.- y tú Antonella, dime la verdad.
-¿creé acaso que le miento?- dijo ella cruzandose de brazos.
-directora...-quise hablar pero la mujer me detuvo bruscamente.
-no profesor. Deje que Vásquez responda.- asentí con la cabeza y retrocedi. Posé mis ojos en Antonella y esperé a que hablara.
-señora, yo en ningún momento vi que el profesor Miller le fuese a pegar, es obvio que está mintiendo.-dijo con firmeza.
-¡tú mientes!- vociferó Brandon.
-¡yo no miento!- replicó ella- ¡éste chico que usted ve aquí es un animal!.
-¡Vásquez!- dijo sorprendida la directora.
-¡Vásquez nada!- sentencio ella- ¡desde que éste gusano llegó no ha hecho más que fastidiarnos la vida a todos!.
-si mal no recuerdo señorita, ese al que usted llama animal y gusano era su novio- le recordó la directora.
-claro, pero Dios sabe cuanto me arrepiento. ¡Me da un asco sólo de recordarlo!. Es un papanatas, hablador, chismoso, puerco, bestia, animal, ¡y puedo seguir por mucho tiempo!. Pero le diré. Lo que ese chico es más que cualquier otra cosa- estaba exaltada, hablando desde la rabia. Apuntaba a Brandon con la mano sin apartarle la vista de encima a la directora.- éste chico es el ser más mentiroso que a pisado la tierra. Es capaz de destruir a cualquier persona a su paso a base de mentiras únicamente para su beneficio. Es tan despreciable que se atreve a calumniar a un profesor que, hasta usted misma a reconocido, es un excelente docente.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now