¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)

Capitulo 5.

ANTO.

-¡ya cállate! - le grité furiosa al despertador. Eran las 6:15 a.m.-¡no dormí nada!- gruñi aún más furiosa.

Me levanté de mala gana de la cama. Busqué a paso de tortuga la ropa interior que me pondría y me metí al baño. Decidí bañarme con agua helada así podría despertar de una buena vez.
Me vestí relajadamente. Me di un vistazo en el espejo.
-no podrías estar más fea- me dije a mi misma. Me maquille un poco para cubrir mi aspecto zombie. Me eche un poco de rimel en las pestañas, me las encrespe, y le di color a mis labios con un labial color guinda.
Arrugue la nariz al verme.- aunque el mono se vista de seda- me encogi de hombros y salí de mi habitación.

-Hola- saludé entrando a la cocina. Mis padres y mis hermanos se encontraban desayunando.
-¿y ese milagro que te levantaste temprano? -dijo mamá abriendo los ojos como plato.
-no me digas nada-bufe.
-¡Hola anto! -saludaron animadamente los pequeños.
-Hola enanos-bese sus mejillas. Me senté al lado de Mateo.
-y a tu viejo padre para que lo vas a saludar- dijo papá arrugando la frente.
-Hola papá -tuve que levantarme de la mesa y darle un beso en la mejilla.
-¿qué fue lo que paso anoche?- pregunto cuando me senté. Lo mire con el ceño fruncido. -parecía que tenías una pelea en tu cuarto.-agregó.
-eso...- rasque mi cuello- estaba escuchando música y pues sin darme cuenta me....cai- dije casi en un susurro. Todos comenzaron a reir. Los mire con el ceño fruncido . Tomé un pedazo de pan tostado y a regañadientes le eche un poco de huevo con jamón.
-¿y cómo te fuiste a caer?- pregunto mamá tratando de contener la risa.
-pues como les dije- balbuce con la boca llena- estaba escuchando música.
-¿bon jovi?- preguntó levantando una ceja.
-exacto - le di un sorbo a la leche con chocolate que tenía en la taza.
-lo imaginé- tomo un sorbo de cafe- oh, adivinen- añadió animadamente. Todos la miramos con las cejas alzadas. -conocí al vecino nuevo.
-y ¿a mi qué?- me encogi de hombros.
-simpatica- dijo sarcasticamente. Miro a mi papá. El trataba de parecer interesado. Reí por lo bajo al ver su rostro- lo conocí ayer en la tarde cuando estaba en el jardín delantero- sonrió ampliamente -es un joven muy encantador, aparte de muy guapo- me guiño un ojo. Me trapique con la leche. Mis hermanos se echaron a reír al ver como salió hasta por mi nariz.
-¡mierda mamá!- le gruñi. Ella unicamente se echó a reir.
-¿qué?- levantó los hombros con inocencia - yo estaba hablando con tu papá- tomo un sorbo de cafe.
-tranquilas- dijo papá sonriendo- mejor termina de contarme sobre ese vecino.
- pues, estuvimos charlando un rato, es un joven muy simpático- tomo otro sorbo de cafe- me contó que es profesor-siguió hablando pero dejé de prestarle atención. Mire la hora en mi celular 7:30.
-yo creo que mejor me voy- dije levantándome de la mesa- y ustedes deberían hacer lo mismo- mire a mis hermanos y luego a mi papá.
Le di un beso a cada uno en la mejilla y salí de la casa.
Al llegar afuera un tipo salió montado en una motocicleta de la cochera de al lado. Pasé por delante de su casa antes de que él saliera a la calle.
Me puse los audífonos y comencé a caminar. La parada de autobús estaba al final de la cuadra. Mientras caminaba mire hacia el piso. Una de mis agujetas estaba desatada. Me pare en la calle y subí el pie a la acera, así podría amarrarla mejor.
Cuando en eso el tipo de la moto pasó  como alma que lleva el diablo. Con la corriente de aire que dejó a su paso hizo que la falda se me subiera hasta el cuello. Me quite rápidamente un auricular.
-¡no te quedes dormida!- logre escuchar que gritó.
-¡imbécil!- le grite de vuelta mostrándole el dedo medio.

Me baje del autobús hecha una furia. Daniela caminaba a mi lado.
-¿me puedes decir qué te pasa?- pregunto mientras entrábamos al colegio.
Me detuve de golpe en medio del patio y gire a mirarla.- al salir de mi casa el imbécil de mi vecino nuevo paso a todo vuelo en su porqueria de motocicleta y me hizo volar la falda- comencé a decirle de forma atropellada- y para más remate me gritó algo- Daniela comenzó a reir- ¡no te rias!- me crucé de brazos.
-disculpa-dijo llevándose una mano a la boca para así acallar su risa- es que no lo puedo creer. O sea ese vecino tuyo ni te conoce, y es muy tonto que de la nada te joda.
-eso mismo digo yo.
-y a todo esto ¿qué fue lo que te gritó?- entrelazo su brazo con el mío y me llevó a dentro del colegio.
-pues por lo que entendi....Me gritó algo de que...-me rasque el cuello -no me quedará dormida.- ambas nos miramos con el ceño fruncido. Y al ver nuestros rostros comenzamos a reir.

Subimos las escaleras sin parar de reir. A ratos nos deteniamos a tomar aire.
Llegamos a la sala. Al entrar Sebastián y Natalia nos quedaron mirando divertidos.
-¿y a ustedes qué les paso? - preguntó nati sonriendo.
-un tipo le voló la falda a la pequeña anto. - respondió Daniela aún riendo. Natalia también se echó a reir. Rodé los ojos.
-¿cómo fue eso?- seba se bajo de la mesa.
-no, es que al salir de la casa un tipo paso en su moto y con la brisa que dejó me levantó la falda- me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. Repetí la acción con Natalia.
-¿y viste quién era? -seba me miro con el ceño fruncido.
-no- me encogi de hombros-llevaba puesto el casco.

Tocaron la campana y nos fuimos a nuestros pupitres. A los segundos después llegó el profesor.
-buenos días jovenes- saludo enérgicamente. Enarque una ceja al verlo tan sonriente.
-Hola querido profesor-murmuró Daniela por lo bajo. Rodé los ojos.
-bueno hoy les traigo una clase muy entretenida- se quitó la chaqueta quedando en una sexy polera manga corta negra.
-¡bendito sea el cielo!- chillo Daniela a mis espaldas, con los pies le daba golpecitos al espaldar de mi silla. Se lo dejé pasar.

El profesor camino hacia el pizarrón y dándonos la espalda comenzó a garabatear palabras.
-¡mira ese tracero!- chillo dani, nuevamente le daba golpes a mi silla. Me gire rápidamente hacia ella.
-¡Daniela por la mierda, ya basta!- le gruñi. Todos en el salón se quedaron en silencio. Daniela se quedó helada.
-¿cómo dijo?- cerré los ojos y los apreté con fuerza.- Vásquez, Le estoy asiendo una pregunta-dijo molesto el profesor.
Lentamente volteé a verlo. Tenía los brazos cruzados sobre el pecho.
-¿acaso es sorda?- volvió a preguntar.
-no.
-¿y entonces?-levantó una ceja.
-¿entonces qué?-trate de acerme la loca.
-no estoy jugando Vázquez - dijo irritado.
-yo tampoco profesor- dije con desdén.
-a ver Vásquez, no estoy para sus juegos ¿qué fue lo que dijo?- tenía la mandíbula apretada.
-si escucho ¿para qué me pregunta?- bufé.
-salga de la sala- ordenó molesto.
-¿qué?- pregunté sorprendida.-¿por qué?.
-¿y más encima pregunta?- camino hacia la puerta y abriendola repitió.-salga de la sala.
-maldito amargado-dije entre dientes.
-¿ahora quiere ir a visitar a la directora?- enarco una ceja.
Sebastián y los demás me miraban con atención.
-no, si ya voy- me pare de mala gana de la silla y dando pisotadas camine hacia la puerta. Pase por delante del profesor quién aún mantenía sujeto el pomo.
-sin respeto- dijo entre dientes.
- estúpido ogro- susurre. Salí de la sala, camine hacia la ventana y me gire. El profesor había cerrado la puerta. Le mostré la legua.

Me senté sobre el marco de la ventana y prendí mi móvil. Me dispuse a ver Facebook cuando en eso la puerta de la sala se abrió de golpe. El profesor salió y al verme tenso la mandíbula.
-bajese de ahí - me ordenó. De inmediato le obedeci.
-profesor yo...-no me dejo terminar.
-segundo día de clases ¿y ya se empeña en sacarme dequisio?.-pregunto acercándose.
-¿yo?- alce la voz- es usted quién se empeña en joderme.- de inmediato me arrepentí de lo que había dicho.
-cuide sus palabras- su voz cada vez se hacía más ronca. Se paró frente a mi con ambas manos en los bolsillos. Tuve que levantar la cabeza para poder mirarlo al rostro.

-¿acaso fui yo quién se quedó dormido en clases el primer día?- pregunto haciendo énfasis en las últimas dos palabras.
-pues...-no sabía que contestar. El profesor me miraba con ambas cejas alzadas.
-y ahora ¿quién fue la que dijo esa imprudencia?
-bien, si sabe que soy yo- dije finalmente- pero en mi defensa Daniela estaba golpeando MI silla por estarlo mirado a USTED- también quise enfatizar en las palabras.
El profesor me miro sorprendido. Su boca se movía, pero no lograba articular ni una sola palabra.
-eso tampoco es mi culpa- dijo finalmente.
- a ¿no?- bufe. El me abofeteo literalmente con la mirada.
-no.- dijo cortante- además usted me faltó gravemente el respeto.
-¿en qué momento?- enarque una ceja.
-no se haga la loca- rodó los ojos- cuando me dijo "estúpido ogro"-
No pude contener la risa.
- antonella Vásquez- dijo lentamente- estas buscando una cita con la directora.
-¿por qué?- dije aún riendo.
-ya no importa- suspiro vencido- por hoy ya no entras a mi clase.-
Me quede de hielo. Pestañeé varias veces hasta que caí en la cuenta de lo que había dicho
- ¡no me puede dejar afuera!- chille.
-oh si que puedo- camino hacia la puerta de la sala, tomó el pomo y antes de abrirla me miro.
- y un concejo- alce las cejas- por la noche evite espiar a sus vecinos por la ventana- abrí los ojos como plato- así al otro dia no se quedara dormida en la clase.- dicho eso abrió la puerta y entró.

Nuevamente ese bendito hombre me dejaba marcando ocupado.