capítulo 19

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LUCAS.

Dos días pasaron sin que yo supiera algo de antonella. Pase mañana, tarde y noche frente a la ventana de mi dormitorio esperando por verla.
Había quedado muy preocupado. Estuve varias veces a punto de ir hasta su casa para saber como se encontraba; pero el miedo a que recordara todo lo que le dije me detenía. ¿qué pasaba si iba hasta su casa y ella al verme me daba de golpes? No me atrevía. Llamenme cobarde o lo que quieran pero ya he pasado casi medio año viviendo al lado de ella como para saber el tipo de carácter que la dominaba.

Ya era pasado el medio día. La lluvia había cesado.
Estaba recostado el el sofá del living tratando de concentrarme en la lectura de mi libro.
Los pensamientos no me dejaban entender lo que leía.
¿no les ha pasado que muchas veces han tenido que releer algo porque están más concentrados en sus pensamientos que en la lectura?. Bueno pues así estoy yo. Antonella no sale de mi cabeza.

Luego de darle un par de vueltas decidí ir a su casa. Ya no podía más con la incertidumbre.
Deje el libro en el sofá.

Llegué a su casa; Toque el timbre. Nada.
¿será que esta dormida?. Mire mi reloj 12:30 p.m. Era medio día. No podía ser que siguiera dormida. ¿Será que salió?, y yo aquí parado como idiota tocando a su puerta.
Di media vuelta para irme; en eso antonella abrió la puerta. Me gire rápidamente hacia ella. Su aspecto me confirmó cualquier duda. Aún estaba mal.

-hola- la saludé con algo de inseguridad.
-¿qué quiere?.
-vine a ver como estabas.
- pues okey, ya me vio- trató de cerrar la puerta, pero la detuve. No me podía ir.
-¿qué te ocurrió?- di un paso hacia ella. mi pregunta la hizo abrir los ojos como plato y retroseder.
- ¿de que habla?- aparto la vista de mi.
- la otra noche estabas en el patio y pues.....-me miro de golpe.
- ¿era usted?- murmuró.
-yo eh....-mierda. No se acordaba siquiera de que estuve bajo la lluvia con ella.
- yo pensé que todo eso lo había soñado- miro hacia otro lado realmente confundida.
-pues, pues, no, no lo soñaste. Te vi en el suelo empapada por la lluvia y bueno- rasque mi cuello- me preocupé.
-no tiene por que hacerlo.
-antonella.
-por favor váyase- murmuró.
-no, no me iré. De todas las veces que haz ido hasta mi casa para ayudarme ¿cuántas de ellas me haz dejado sólo cuando te lo he pedido?- alce una ceja. Antonella fruncio los labios- ni una sola ¿verdad?.
No dijo nada, por unos minutos. Al ver sus ojos sentía el dolor que llevaba por dentro.
Dios, me moría por saber que le pasaba.
-¿puedo pasar?- mi pregunta la sacó de sus ensimismamientos.
-okey...

Una vez dentro de la casa pude ver el estado de esta. No podía creer que antonella tuviera todo el lugar en esas condiciones.

-no se fije tanto, no estoy de ánimo para ordenar- se sentó sobre el sofá y se encapucho con una manta.
-suerte que yo si - le sonreí;  Ella sólo me escudriño con la mirada, y clavó su vista en la televisión.

Respire profundo y me puse manos a la obra. No dejaría que antonella pasara otro minuto más entre esa inmundicia.
Comencé con la cocina. Lave todos los trastes sucios, los guarde, barri el piso, limpie la mesa, etc.
Era el turno del living. Al llegar ahí antonella me miro con el ceño fruncido.
-¿qué?- le pregunté.
-no creí que usted hiciera aseo.
-¿y por qué  no?
-no lo se- se encogio de hombros y siguio viendo televisión.

Pase la aspiradora por toda la alfombra, ordene los sofás, limpie la chimenea y el mueble de la televisión.
Al terminar me senté por un momento al lado de ella. No pude evitar mirarla.
El sufrimiento transpasaba esa coraza de chica ruda.
-¿tengo algo en la cara?- alzo una ceja.
-si, tienes un moco justo....- lleve una mano hasta mi cara y le señalé la zona donde supuestamente lo tenía. Antonella se sonrojo y apartando el rostro; limpio su nariz con un trozo de papel higiénico.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now