capítulo 20

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ANTO.

Esto no podía estar pasando.
¡Jesús! Hoy tuve el mejor día de mi vida y fue nada más y nada menos que con mi profesor.
¿cómo podía ser? ¿cómo el había logrado hacerme olvidar todo durante el tiempo que estuvimos juntos? ¿cómo conseguía hacerme sentir tan viva con sólo tocar mi mano?.

No podía dejar de pensar. Daba vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño; pero era estúpido.
Dios, Miller me va a matar de algo. ¿cómo puede ser tan, perfecto? ¿por qué es así conmigo? ¿por qué es tan bueno?.

Me senté en la cama frustrada. El agujero negro que tenía bajo mis pies se fue a la mierda cuando Miller casi beso mis labios.
Al despedirnos ese simple rose  en la comisura de mi boca me volvieron loca. Hasta ahora no podía apartar la sonrisa estúpida de mis rostro.
A pesar del infierno en el que estaba el me hacía sonreír como una verdadera idiota.

Cerré los ojos y pase las manos por mi cabeza. Su aroma volvía a enbriagarme, sus brazos volvían a rodear mi cuerpo, sus manos volvían a enviar corrientes eléctricas a través de las mías, y sus labios ¡Jesús! Sus suaves y cálidos labios volvían a estar cerca de los míos.

Sin saber el por qué,  comencé a llorar. Ahora más que nunca tenía miles de cosas invadiendo mi mente.
Brandon y su asquerosa confesión.
Miller y su enbriagadora presencia.

Se supone que esto debería hacerme reir y todo. Estaba feliz, si; pero no entendía el por qué  de mis lágrimas.
Tape mi rostro con la almohada acallando mis sollozos.

Desperté con un terrible dolor de cabeza. La luz hacia doler mis ojos.
Me levanté de forma perezosa de la cama. Fui hasta el baño para darme una ducha; al mirarme en el espejo vi como mis ojos se habían inchado de tanto llorar.

Baje hasta la cocina. Me preparé un cereal con leche para desayunar.
Luego de haber pasado la tarde con Miller entendí que dejando de comer no solucionaría ningún problema. Al contrario.

Me senté en el sofa y encendí la televisión. Realmente no estaba concentrada en el programa. Mi mente viajaba al día anterior. A la tarde que pase con el.
Dios, al recordarlo de esa forma se me apretaba el pecho, el corazón  me latia al mil, el estómago lo sentía vacío, y el apetito se iba a los mil demonios.
Deje el plato con cereal a un lado. ¿cómo podía esto estar pasando? Miller es mi profesor. El me dijo que éramos amigos; pero ¿quién se siente de esta forma al pensar en un amigo?.
¡mierda! Comencé a llorar, otra vez. ¡esto no podía ser!. La única vez que me sentí de esta forma fue cuando Brandon me pretendía.

Me acosté de espaldas en el sofa, cubriendo mi rostro con ambas manos. Las lágrimas calientes y saladas corrían por mis ojos y se perdían en mi cabello.
No podía ser así. No podía ocurrir esto. No podía sentir lo que siento. No por el.
Sentía como el corazón se me rompería nuevamente. El jamás me podría ver de esa forma. El jamás me miraría con los ojos que ahora yo lo miraba a él. ¡mierda! Lo quería, y no como amigo, no como profesor.
Sentía  la amargura en mi boca, sentía mi pecho arder, sentía  como si algo me desgarrara por dentro.
Me gustaba Miller, y ya no podía seguir negandolo.

Me sentí sucia, impura, sentí que no merecía quererlo, que no merecía tenerlo.
Brandon me desgracio. A causa de el sentí que nunca podría estar con Miller. ¿quién  querría estar con una chica que fue abusada?. El ya tenia suficiente con su vida como para yo darle más problemas.

Mi móvil sonó, lo tome y vi de quien se trataba "Mamá". Carraspie  tratando de recomponer mi voz.

-¿Aló?
-hola hija.
-hola mamá ¿cómo estás ?
-bien, con frío nada más, anoche comenzó a nevar aquí y tus hermanos ahora están jugando en la nieve, ¡si los vieras!.
-me alegro que estén disfrutando.
-gracias hija, ¿y tú qué tal la pasaste en la fiesta?- su pregunta causó un nudo en mi garganta. Ella no se podía enterar de lo de brandon.
-bien mamá, conocí al hijo del colega de papá.
-¿cuál?
- pues ese con el que revisa los reportes financieros y eso.
-¡ah ya! ¿y que tal el chico? ¿es guapo?- senti su sonrisa picarona.
-si, algo...es muy amable. El me trajo a casa.
-que bien hija, y dime ¿haz salido?
-no- apreté los labios- a hecho mucho frío como para salir.
-hum ya veo...bueno hija, hablamos luego ¿te parece?
-claro, dale Saludos a todos.
-en tu nombre, te amo.
-y yo a ti.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  Where stories live. Discover now