capítulo 60.

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LUCAS.

Sentía el frío calarse por cada rincón de mi cuerpo, empeorando aún más los remesones que mi ser producía por el temor que recorría mis venas.
Tenía más de tres días encerrado en aquella celda subterránea. No había visto ni por un segundo la luz del sol. Ya no sabía si era de día o de noche.
No tenía fuerzas para moverme, y ya no me quedaba voz para seguir gritando.

Días prisionero. Días sin ver a nadie, días en los que no supe nada del mundo exterior. No supe de nadie, hasta que al segundo día un voyska entró en mi celda.
La prepotencia y furia traspasaba el uniforme que aquél hombre llevaba puesto.
Entró ocasionando que todo silencio existente ahí se volviese nulo. Dando trancos hizo sonar con furia las botas que llevaba puestas.
Al verlo me arrastre por el piso acobijandome en una de las esquinas de aquel calabozo. Mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza y rapidez. Sabía que su visita no era nada bueno. No entraba para saber cómo me encontraba ni para desearme un buen día. Su visita denotaba a leguas mal augurio.
Caminó sosteniendo su fusil con ambas manos. Me miraba con desdén y rechazo. Sabía lo que quería. Lo que deseaba hacer. Y aún más sabía que lo haría. Ellos, como Voyska y jefes de filas tenían la autoridad suficiente para hacer con nosotros lo que se les antojara.

Llegó frente a mi. Sonrió de soslayo al ver como mi pequeño cuerpo temblaba pegado a la pared. Se acuclillo hasta que quedó a mi altura. Sus ojos transmitían tanto odio que quemaban.

- ¿por qué tiemblas?. - inquirió con ironía. Él bien sabía la razón de aquella reacción de mi cuerpo.

Por un segundo tuve la intención de salir corriendo y dejarlo a él en ese calabozo. Pero como si lo hubiesen entrenado para leer las mentes el hombre adivinó mis intenciones. Me tomó del pelo elevandome del suelo. Grité por el dolor quemante que causaba en mi cuero cabelludo. Lograba sentir como en cualquier segundo se despellejaba la piel de mi cabeza llevándose con ella todo mi cabello. Mis pies dejaron de tocar superficie sólida. Me encontraba expedido en el aire, con ambas manos sobre mi cabeza, tratando de forma inutil apartar las manos del Voyska.

- ¡grita todo lo que quieras mocoso, nadie bajará a ayudarte! - vocifero entre carcajadas.
- ¡sueltame, me duele!.

El hombre obedeció a mi súplica de la forma más miserable. Movió hacia atrás el brazo con el que me sostenía, e impulsandolo con fuerza hacia adelante me soltó provocando que mi cuerpo y cabeza impactaran contra la pared de cemento.
Solté un quejido seco el cual fue opacado por el estruendo que produjo el golpe. Caí sobre el piso frío de la celda. Aturdido y adolorido. Mis codos estaban apollados en el suelo, y mi cabeza caía sobre mis manos. No tenía fuerzas para moverme. Todo daba vueltas producto del aturdimiento.

- ¿qué pasó niño? ¿no que tan rudo? - la burla traspasaba sus preguntas.

Se acercó nuevamente a mi. Asustado traté ponerme de pie. De costado vi al Voyska levantar su fusil. Cuando se disponía a dejarmelo caer sobre la espalda la puerta de Fierro rechinó y se abrió.

- terminó el juego - bramó Natacha entrando en el calabozo.
Un Voyska que la seguía de atrás llevaba en una de sus manos un lamparin a parafina. La luz tenue que producía no alumbraba más allá de un metro.
- mi señora, le estaba dando una lección al chico.
- no me importa lo que hacías Sergei. Pero la lección a este filero se la doy yo.
- sí, mi señora.

El Voyska se apartó de mi como un perro regañado. Cabis bajo y fruncido. Aproveché el momento para reincorporarme. No quería ser apaleado en el piso.
Natacha le ordenó a Sergei que saliera de la celda, al igual que al Voyska que la acompañaba. Dejó el lamparin sobre una pequeña y deteriorada mesa de madera, y con un chasquido de dedos salió del calabozo cerrando la pesada puerta de Fierro tras él.
La brisa que se coló por entre la abertura de la puerta hizo titilar la pequeña luz que producia la mecha del lamparin, lo que ocasionó que la sombra de Natacha se moviese de un lado para otro, y cambiara de tamaño haciéndola ver más terrorífica.

¿Qué Oculta Profesor Miller? (Borrador)  حيث تعيش القصص. اكتشف الآن