La auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento.
Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
Sin rumbo a ninguna parte, recorriendo el mapa de tu cuerpo, quiero encontrar el escondite donde guardas tu aliento. Laberinto sin salida si me pierdo en cada uno de tus besos, que no quiero mas que perderme en el territorio de tu piel ignoto. En un desierto infinito al encuentro del oasis, fuente donde bebo, el agua que mana y calma mi sed. Sin rumbo a ninguna parte, si de tus labios quedo preso, es el fruto de la dulce condena. No quiero libertad sin ti, deseo que me encadena. Si tus pechos son mi aurora cuando despierto a tu lado, alimentas la pasión de un corazón enamorado. Atajos para cortar camino no quiero contigo, todo muy despacio tu cuerpo es todo mi espacio. Escondite si descubro el centro del placer, es mi gozo y me estremece ver de cerca tus ojos mujer. Me arrastra la mar salada que no quiero más que naufragar con las olas de tu cuerpo mi velero navegar. Sin rumbo a ninguna parte amor a fuego lento por los valles y montañas recorriendo el mapa de tu cuerpo.
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