La auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento.
Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
Un jardín quiero una flor sin florero una risa de geranios en tu boca una margarita sin deshojar.
Si desnudas tu alma con un te quiero una rosa de primavera, una vida entera que ya no espera cada alba al despertar.
Una amapola roja si brillas en el verde de la pradera, camelias son tus ojos, si miras azucenas que apartas de mi toda pena.
Un desierto sin flores la soledad de sólo la arena. De la tierra yerma que envenena.
Flores de plástico no fueron un buen invento. Una noche impregnada de jazmín, el aroma a yerba buena, en la cena sin velas, si me bastas como alimento.
Si meces mi alma al viento me llevas contigo esencia de flores de pensamiento. Fragancia de de lirio si eres mi delirio.
Hermosa locura gardenias en besos de ternura. Sonrisas de campanillas, de girasoles que giran como derviches enamorados, si nuestro aroma eternamente perdura en un poema infinito sin final.
Para gustar siempre del nectar de tus labios que dura si solo busco en ti el agua pura y un sol resplandeciente. Un ramo de nubes en mis sueños mis puntos de sutura.
El marchito olvido de mis herida curas. Si creces dentro de mi violeta de mis desvelos, si detengo el tiempo con una caricia en tu pelo.
Aunque sólo sea una vez más. y si me vuelves a calmar, cuando ya creía que no pudiera respirar.
Qué es aliento de flores tus amores si despliegan sus pétalos en arcoiris de colores.
Sin más blancos y negros bajo las sombra de los árboles las hojas secas que piso hacia un nuevo horizonte, si contigo vuelvo a caminar en cada estación. Aunque siempre en mi pecho sea un jardín de primaveras.
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