La auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento.
Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
Se dibuja una sonrisa cómplice si te miraba en silencio conversaciones donde nada se dice, porque todo se siente. Miradas que juegan a adivinar sentimientos escondidos. Cómo dos niños desvelando un secreto oculto en las miradas pedidas, se anuncian tristes despedidas en la antesala de los desencuentros. Preámbulo de soledades y amores fantasmas, besos fugitivos y desamores cautivos, con los que se llena la casa de espacio, vacío sin abrazo. Miedo a cerrar los ojos a verte desaparecer, cerrarlos para soñar para volverlos a ver. Se rompe el silencio cuando ya no estás. Frío que se convierte en ausencia de hielo cuando tu memoria se llena mi soledad. ¿Dónde marchó tu voz? susurro perdido de otro tiempo ¿Dónde se fue tanto amor?, ¿Dónde se ha ido?, Aplaca el dolor al que me enfrento ¿Dónde estás olvido?
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