Sin darme
apenas
cuenta me fui
enamorando,
cuando
no esperas
primaveras
ni soles,
ni verano.
Qué se derrite
la escarcha
con la risa
y la sonrisa
se pasa
el frío
del crudo
invierno.
Qué todo
parece
haber
cambiado
cuando
se desnuda
el alma
de otoňos
porque
por fin
dice que ha
encontrado
un alma
deshojada.
Sin apenas
darme cuenta
me estaba
enamorando,
pasaban
las estaciones
y no me estaba
enterando.
Alberto Real Borrueco
YOU ARE READING
Tiempo de Poesía
PoetryLa auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento. Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
