La musa de mis poesías

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Puedo escuchar
tu voz como
un eco lejano
que retumba
en las paredes
del infinito.
Puedo llegar
a sentir una
caricia trémula
por la explosión
de una emoción
en tu alma.
Ese alma
que se expande
desde un punto
recóndito de algún
lugar que no conozco.
Quizás está dulce
sensación de tu
presencia luminosa
emerja de alguna
dimensión que
no conozco.
Apareces por un
momento dejando
una huella indeleble
y sagrada.
Perfumada de alguna
fragancia de una flor
de otro mundo.
Y te vuelves a marchar
a tu Olimpo.
Como una diosa
visitas la morada
de mi alma y besas
con tus labios imposibles
la luz que habito.
En una reacción
instantánea,
si te vas emprendo
un viaje tras de ti,
entre las brumas
del pensamiento
me adentro un vacío inconmensurable.
Y ya no estás.
Explora mi espíritu
entre las cordilleras
de mundos oníricos
que quizás invento
cuando te sueño.
Sin una pista de ti.
Sólo espero
el reencuentro
para que beses
con tu boca invisible,
mi alma solicita
de tu inigualable
belleza eterna.
El esperado retorno
para que me vuelvas
alzar hasta los cielos
y pueda tocar el techo
palpitante del corazón
de las estrellas.
Inesperado encuentro
que se disipa en una
inmensa llanura
de soledad.
¿Qué no se quién eres?
¿Qué no se, si puedes
ser un sueño del
que nunca
quiero despertar?.
Qué no conozco
tu nombre.
Qué detienes el tiempo
y el espacio no existe.
Qué tendrán tus labios
que saben a eternidad
y tú silueta abarca
todos los universos
¿Dime que no
estoy loco?
Y que eres de verdad.
Qué si estoy loco
en mi locura
con toda razón
quiero acabar.
Qué tú eres mi razón
y mi vida.
La cordura que pierdo
si perdura mis ansias
de amar.
La Dulcinea de un galante
caballero quijotesco.
No eres quimera
y aunque jamás volvieras.
No puedo dejar de esperar
más allá de la muerte
que no quiero
jamás perderte
¡Que no!
que no eres una
extraña ilusión
de un delirio de amor.
Eres la musa
de todas mis poesías.
A tu amor siempre
converso el motivo
esencial de todos
los versos.
Siempre te estás
presentando en diferentes
envolturas,
desde el comienzo
todos los tiempos.
A veces eres un viento
que pasa de repente
imposible de atrapar.
Así que espero
ese instante divino
de volver a besar,
labios etéreos
con sabor
de un para siempre
ahora...
para que frene
el tiempo,
aunque solo sea
por una vez más.
Eres la musa de mis poesías...

Alberto Real Borrueco

Tiempo de PoesíaWhere stories live. Discover now