El loco

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Cuentan
los viejos
del lugar
que un día
perdió
la supuesta
cordura.
Qué son muchos
los que se rían
de su locura.
Desde entonces
se comentan
que habla
con las estrellas,
que las tardes
de abril,
descubrió
una noche
que son
mas bellas.
Contaba
que los latidos
de nuestro
corazón,
era el sonido
de un viejo
tambor.
El asegura
que sus ojos
miran
al infinito,
que en su frente
su destino
lleva escrito.
Cuando
llueve se moja
hasta los huesos,
ese viejo loco
no para
de bailar
como
un poseso.
Contaba
que en ocasiones
su sombra
se paraba,
volvía al día
siguiente
y siempre
le esperaba.
Decía
que las nubes
eran humo
de tabaco,
que fumaba
en pipa
un gigante,
tumbado
en su barco.
¿Dónde esta ahora?,
¿Dónde se ha ido?,
al que llamaban
loco,
al que estaba
tan ido.
¿Dónde esta?
quizás se habrá
perdido,
entre sueños
de colores,
entre las sendas
del desatino.

Alberto Real Borrueco

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