La auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento.
Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
Busco un centro de gravedad permanente para no sentirme que vivo como si estuviera ausente. Quiero encontrar un lugar de paz en mi mente, para que a tiempo pueda estar de no volverme demente. Necesito ser paciente para mirar desde el alma con la mejor lente. Que no quiero, ni me convence lo que hace la mayor parte de la gente, que ardo por dentro como una bola de fuego incandescente. Una llama de amor luminiscente que alumbre la cueva donde habita el Ser que siente. Busco un centro desesperadamente un poco más de sosiego no me vendría malamente. Si vierto lo que soy en un cuenco vacío internamente, mi cuerpo físico sólo es un recipiente donde vivo. Soy un alma mira mi frente nada me perturba en mi centro de gravedad permanente.
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