La última frontera

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Allí dónde
la esperanza
amanece
cada día.

El fuego del amor
consume
la impaciencia
y la angustia.

Dónde se escucha
una dulce melodía,
un bello
canto a la vida.

Allí voy al lugar,
sin lugar,
a la hora
del ahora presente.

Dónde se contemplan
sin los ojos físicos
majestuosos valles
y ríos de luz.

Dónde es preferible
ser ciego y ver,
que ver
y estar ciego.

Esta serena
mi alma
en este espacio,
sin espacio.

Corazón que fluye
amor sin medidas,
más allá
de las estrellas.

Dónde comprendo
que todo es uno,
que uno es todo
en la paz.

Dónde no hay principio.
Dónde no hay final.
Dónde se consumen
los límites del infinito.

En la última frontera
de la mente,
se expande
la conciencia del Ser.

En el fulgor
de su Mirada,
Dónde el alma
permanece enamorada.

Alberto Real Borrueco  

Tiempo de PoesíaWhere stories live. Discover now