No soy de este mundo

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No soy de este mundo
solo estoy de paso,
como estrella fugaz
voy dejando una estela
que se acabará borrando
sin dejar rastro de mi presencia,
ya me habré marchado
no se a donde.
No vine a quedarme,
ni a quedarme con nada,
pues la materia se degrada
y mi riqueza no es el oro
que no dura para siempre.
No hay certeza
más ineludible
que una muerte segura.
Así que dispuesto
estoy a recibir su visita
cuando este
o no esté preparado
de emprender
el ultimo viaje
no está en mis manos
el lugar,
ni la hora precisa.
Poseo un tesoro intangible,
que es mi alma
que transita
por diferentes moradas
que no recuerdo
por donde deje mis huellas
si se acaban borrando
en la eternidad
de un presente continuo.
No vine a convencer
a nadie, ni a llevar
la razón de nada.
Solo soy un alma
que vuela libre
dentro de un cielo infinito
que se expande
desde mis adentros
y que no conoce
limite alguno,
si al amor
me entrego
recibo todo
lo que soy
en la esencia del Ser
que se despereza
de un mal sueño
para despertar
en los brazos
del Amado.
Suelto todo aquello
que me hizo daño
y todos mis errores
los perdono
para poder amarme
sin reservas,
que no vine
a cumplir expectativas,
ni aprobar exámenes,
si solo soy un invitado
que vive una experiencia
al otro lado.
Vine más bien
para desnudarme
por completo
de la ropa vieja
de la que me desprendo
como hoja de un árbol
en el otoño
de la existencia.
Se quedan mis anhelos
a cada paso
y mis ilusiones
van a parar
a un almacén
de deseos inconclusos
que no importa ya
si se cumplirán
si mi destino
es brillar como
una estrella
en el techo
de la bóveda celeste
y nada más.
Desnuda mi alma
camina lenta
sin demora
hacia un precipicio,
cuando ya no tenga
miedo a volar
me arrojaré a un vacío
y extenderé mis alas
en el último instante,
el principio de todo.
Así volveré a nacer
y renacer
en miles de vida
si es preciso
hasta diluirme
en el silencio
cuando calla Dios.
No me queda tiempo
para perder más tiempo.
No me queda espacio
si alargo mis brazos
en el vacío
puedo tocar
los límites
del universo
expandiéndose.
Como mi consciencia
se expande al son
de un grupo
de nebulosas
que plantan
el cosmos
con semillas
de estrellas.
Me detuve
en un punto
del círculo
y pude comprender
que una línea continua
une los cabos
de los principios
y de los finales
en una geometría sagrada
los ciclos de la vida,
en un nudo
confluyen todos
los caminos
de todos los caminantes
que peregrinan
hacia el Ser divino.
Nada permanece
si todo obedece
a un continuo cambio
y la metamorfosis
de las mariposas
que aletean
hacia un infinito
de esperanza.
No soy de este mundo
y no pretendo
que me comprendan
a través de la razón
si loco estoy
de que sientas
por un momento
mi corazón
falto de cordura,
si miras a mi ojos
el alma pura
llena de cicatrices
con la edad del cielo
madura lo invisible.
Qué no quiero más cura
que perder la razón
en esta locura
que no se acaba
porque dura y dura
solo de amor
son mis puntos
de sutura.
En el silencio
vuelvo al hogar
de donde procedo
y puedo oler
la leña
que arde
con el fuego
que calienta
mis manos
que acarician
en cada ocasión
en la que amo
lo imperfecto
y el defecto
que no son más
que espejos
de mis carencias.
Atravieso
un desierto
con los ojos abiertos
y no me detengo
a dejarme seducir
por los espejismos.
Un paraíso perdido
si me encuentro
por fin consigo mismo
y al mirarte
me veo.


Alberto Real Borrueco

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2019 ⏰

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