La auténtica belleza que descubrimos cuando nos permitimos sentir. Es el verdadero alimento del alma, el que se nutre de una mirada o del fulgor de una estrella clavada en el firmamento.
Dedicado a todos los que me animaron a escribir.
Cuando cayó la noche, sentí el frio de la oscuridad en la noche del alma. ciegos quedaron mis ojos lejos de la verdad. Cuando cayó la noche, sentí el frio de la soledad, sin más compañía que escarcha y frialdad. Cuando cayó la noche, sentí el frio de la maldad aparecieron diferencias, ¿Dónde quedaba la igualdad? Cuando cayó la noche, sentí el frio de como el mundo se partía por la mitad. ¿Dónde estás alma mia que buscabas unidad? cuando cayó la noche, sentí el frio que hiela sin piedad. ¿Dónde estás luz? no tardes en devolverme la claridad. Cuando al fin amaneció un nuevo día, el sol de la esperzanza iluminaba la humanidad. Solo quedó una brasa encendida en los corazones que claman libertad. Arde en mi pecho, ahora y siempre en la eternidad. Cuando caiga la noche, ¿Quién podrá esta luz apagar?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.